lunes, 29 de diciembre de 2008

Una mirada ahora lejana: Pinter


Pero como no quiero creer en la muerte de las palabras, dispongo gracias al crítico teatral peruano Luis Paredes, de una traducción del discurso que Pinter grabara como aceptación del premio Nobel de 2005. Qué digo discurso, es un manifiesto, un cuestionamiento ético, artístico y político (vamos, qué pleonasmo) solo para valientes: teatristas del éxito abstenerse, intelectuales de café hacerse a un lado.
Bueno, gracias a Lucho otra vez, va el texto.
Y gracias a la fundación Nobel, puedo enviarlos a ver el video de la performance que el propio Pinter grabó para enviar a Suecia aquella vez que no pudo asistir. Este es el enlace, cierto que está hablado en inglés, pero también está hablado en voz y cuerpo, y eso sí que se puede leer de manera universal.



Harold Pinter: Discurso de agradecimiento del Nobel de Literatura

En 1958, escribí lo siguiente:
'No hay grandes diferencias entre realidad y ficción, ni entre lo verdadero y lo falso. Una cosa no es necesariamente verdadera o falsa; puede ser al mismo tiempo verdadera y falsa.'
Creo que estas afirmaciones aún tienen sentido, y aún se aplican a la exploración de la realidad a través del arte. Así que, como escritor, las mantengo, pero como ciudadano no puedo; como ciudadano he de preguntar: ¿Qué es verdad? ¿Qué es mentira?

La verdad en el arte dramático es siempre esquiva. Uno nunca la encuentra del todo, pero su búsqueda llega a ser compulsiva. Claramente, es la búsqueda lo que motiva el empeño. Tu tarea es la búsqueda. De vez en cuando, te tropiezas con la verdad en la oscuridad, chocando con ella o capturando una imagen fugaz o una forma que parece tener relación con la verdad, muy frecuentemente sin que te hayas dado cuenta de ello. Pero la auténtica verdad es que en el arte dramático no hay tal cosa como una verdad única. Hay muchas. Y cada una de ellas se enfrenta a la otra, se alejan, se reflejan entre sí, se ignoran, se burlan la una de la otra, son ciegas a su mera existencia. A veces, sientes que tienes durante un instante la verdad en la mano para que, a continuación, se te escabulla entre los dedos y se pierda.


Me han preguntado con frecuencia cómo nacen mis obras teatrales. No sé cómo explicarlo. Como tampoco puedo resumir mis obras, a menos que explique qué ocurre en ellas. Esto es lo que dicen. Esto es lo que hacen.


Casi todas las obras nacen de una frase, una palabra o una imagen. A la palabra le sigue rápidamente una imagen. Os daré dos ejemplos de dos frases que aparecieron en mi cabeza de la nada, seguidas por una imagen, seguidas por mí.


Las obras son 'The Homecoming' (La vuelta a casa) y 'Old times' (Viejos tiempos). La primera frase de 'The Homecoming' es “¿Qué has hecho con las tijeras?" La primera frase de 'Old times' es “Oscuro”.


En ninguno de los casos disponía de más información.


En el primer caso alguien estaba, obviamente, buscando unas tijeras, y preguntaba por su paradero a otro de quien sospechaba que probablemente las había robado. Pero, de alguna manera, yo sabía que a la persona interrogada le importaban un bledo tanto las tijeras como el interrogador.


En 'Oscuro', tomé la descripción del pelo de alguien, el pelo de una mujer, y era la respuesta a una pregunta. En ambos casos me encontré obligado a continuar. Ocurrió visualmente, en una muy lenta graduación, de la sombra hacia la luz.

Siempre comienzo una obra llamando a los personajes A, B y C.
En la obra que acabaría convirtiéndose en 'The Homecoming', ví a un hombre entrar en una habitación austera y hacerle la pregunta a un hombre más joven sentado en un feo sofá con un periódico de carreras de caballos. De alguna forma sospechaba que A era un padre y que B era su hijo, pero no tenía la certeza. Esta posibilidad se confirmaría sin embargo poco después cuando B (que más adelante se convertiría en Lenny) le dice a A (más adelante convertido en Max), “Papá, ¿te importa si cambiamos de tema de conversación? Te quiero preguntar algo. Lo que cenamos antes, ¿cómo se llama? ¿Cómo lo llamas tú? ¿Por qué no te compras un perro? Eres un chef de perros. De verdad. Crees que estas cocinando para perros.” De manera que como B le llama a A “Papá” me pareció razonable asumir que eran padre e hijo. A era claramente el cocinero y su comida no parecía ser muy valorada. ¿Significaba esto que no había una madre? Eso aún no lo
sabía. Pero, como me dije a mí mismo entonces, nuestros principios nunca saben de nuestros finales.



'Oscuro'. Una gran ventana. Un cielo al atardecer. Un hombre, A (que se convertiría en Deeley) y una mujer, B (que luego sería Kate) sentados con unas bebidas. ¿Gorda o flaca?, pregunta el hombre. ¿De quién hablan? Pero entonces veo, de pie junto a la ventana, a una mujer, C (que sería Anna), iluminada por una luz diferente, de espaldas a ellos, con el pelo oscuro.



Es un momento extraño, el momento de crear unos personajes que hasta el momento no han existido. Todo lo que sigue es irregular, vacilante, incluso alucinatorio, aunque a veces puede ser una avalancha imparable. La posición del autor es rara. De alguna manera no es bienvenido por los personajes. Los personajes se le resisten, no es fácil convivir con ellos, son imposibles de definir. Desde luego no puedes mandarles. Hasta un cierto punto, puedes jugar una partida interminable con ellos al gato y al ratón, a la gallina ciega, al escondite. Pero finalmente encuentras que tienes a personas de carne y hueso en tus manos, personas con voluntad y con sensibilidades propias, hechas de partes que eres incapaz de cambiar, manipular o distorsionar.



Así que el lenguaje en el arte es una ambiciosa transacción, unas arenas movedizas, un trampolín, un estanque helado que se puede abrir bajo tus pies, los del autor, en cualquier momento.



Pero, como he dicho, la búsqueda de la verdad no se puede detener nunca. No puede aplazarse, no puede retrasarse. Hay que hacerle frente, ahí mismo, en el acto.
El teatro político presenta una variedad totalmente distinta de problemas.. Hay que evitar los sermones a toda costa. Lo esencial es la objetividad. Hay que dejar a los personajes que respiren por su cuenta. El autor no ha de confinarlos ni restringirlos para que satisfagan sus propios gustos, disposiciones o prejuicios. Ha de estar preparado para acercarse a ellos desde una variedad de ángulos, desde un surtido amplio y desinhibido de perspectivas que resulten. Quizá, de vez en cuando, cogerlos por sorpresa, pero a pesar de todo, dándoles la libertad para ir allí donde deseen. Esto no siempre funciona. Y, por supuesto, la sátira política no se adhiere a ninguno de estos preceptos. De hecho, hace precisamente lo contrario, que es su auténtica función.



En mi obra 'The Birthday Party' (La fiesta de cumpleaños) creo que permito el funcionamiento de un amplio abanico de opciones en un denso bosque de posibilidades antes de concentrarme finalmente en un acto de dominación.
'Mountain Language' (El lenguaje de la montaña) no aspira a esa amplitud de funcionamiento. Es brutal, breve y desagradable. Pero los soldados en la obra sí que se divierten con ello. Uno a veces olvida que los torturadores se aburren fácilmente. Necesitan reírse de vez en cuando para mantener el ánimo. Este hecho ha sido confirmado naturalmente por lo que ocurrió en Abu Ghraib en Bagdad. 'Mountain Language' sólo dura 20 minutos, pero podría continuar hora tras hora, una y otra y otra vez, repetirse de nuevo lo mismo de forma continua, una y otra vez, hora tras hora.
'Ashes to ashes' (Polvo eres), por otra parte, me da la impresión de que transcurre bajo el agua. Una mujer que se ahoga, su mano que emerge sobre las olas intentando alcanzar algo, que se hunde y desaparece, buscando a otros, pero sin encontrar a nadie, ya sea por encima o por debajo del agua, encontrando únicamente sombras, reflejos, flotando; la mujer es una figura perdida en un paisaje que las aguas están cubriendo, una mujer incapaz de escapar de la catástrofe que parecía que sólo afectaba a otros.
Pero, de la misma forma que ellos murieron, ella también ha de morir.



El lenguaje político, tal como lo usan los políticos, no se adentra en ninguno de estos territorios dado que la mayoría de los políticos, según las evidencias de que disponemos, no están interesados en la verdad sino en el poder y en conservar ese poder. Para conservar ese poder es necesario mantener al pueblo en la ignorancia, que las gentes vivan sin conocer la verdad, incluso la verdad sobre sus propias vidas. Lo que nos rodea es un enorme entramado de mentiras, de las cuales nos alimentamos.
Como todo el mundo aquí sabe, la justificación de la invasión de Irak era que Sadam Hussein tenía en su posesión un peligrosísimo arsenal de armas de destrucción masiva, algunas de las cuales podían ser lanzadas en 45 minutos y provocar una espeluznante destrucción. Nos aseguraron que eso era cierto. No era cierto. Nos contaron que Irak mantenía una relación con Al Quaeda y que era en parte responsable de la atrocidad que ocurrió en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001. Nos aseguraron que esto era cierto. No era cierto. Nos contaron que Irak era una amenaza para la seguridad del mundo. Nos aseguraron que era cierto. No era cierto.
La verdad es algo completamente diferente. La verdad tiene que ver con la forma en la que Estados Unidos entiende su papel en el mundo y cómo decide encarnarlo.
Pero antes de volver al presente me gustaría mirar al pasado reciente, me refiero a la política exterior de Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Creo que es nuestra obligación someter esta época a cierta clase de escrutinio, aunque sea de una manera incompleta, que es todo lo que nos permite el tiempo que tenemos.



Todo el mundo sabe lo que ocurrió en la Unión Soviética y por toda la Europa del Este durante el periodo de posguerra: la brutalidad sistemática, las múltiples atrocidades, la persecución sin piedad del pensamiento independiente. Todo ello ha sido ampliamente documentado y verificado.



Pero lo que yo pretendo mostrar es que los crímenes de los EEUU en la misma época sólo han sido registrados de forma superficial, no digamos ya documentados, o admitidos, o reconocidos siquiera como crímenes. Creo que esto hay que solucionarlo y que la verdad sobre este asunto tiene mucho que ver con la situación en la que se encuentra el mundo actualmente. Aunque limitadas, hasta cierto punto, por la existencia de la Unión Soviética, las acciones de los Estados Unidos a lo ancho y largo del mundo dejaron claro que habían decidido que tenían carta blanca para hacer lo que quisieran.



La invasión directa de un estado soberano nunca ha sido el método favorito de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, han preferido lo que ellos han descrito como “conflicto de baja intensidad”. Conflicto de baja intensidad significa que miles de personas mueren pero más lentamente que si lanzases una bomba sobre ellos de una sola vez. Significa que infectas el corazón del país, que estableces un tumor maligno y observas el desarrollo de la gangrena. Cuando el pueblo ha sido sometido -o molido a palos, que viene a ser lo mismo– y tus propios amigos, los militares y las grandes corporaciones, se sientan confortablemente en el poder, tú te pones frente a la cámara y dices que la democracia ha prevalecido. Esto fue lo normal en la política exterior de los Estados Unidos durante los años de los que estoy hablando.



La tragedia de Nicaragua fue un ejemplo muy significativo. La escogí para exponerla aquí como un ejemplo claro de cómo ve Estados Unidos su papel en el mundo, tanto entonces como ahora.



Yo estuve presente en una reunión en la embajada de los EEUU en Londres a finales de los 80.



El Congreso de Estados Unidos estaba a punto de decidir si dar más dinero a la Contra para su campaña contra el estado de Nicaragua. Yo era un miembro de una delegación que venía a hablar en nombre de Nicaragua, pero la persona más importante en esta delegación era el Padre John Metcalf. El líder del grupo de EEUU era Raymond Seitz (por aquel entonces el ayudante del embajador, más tarde él mismo sería embajador). El Padre Metcalf dijo: “Señor, dirijo una parroquia en el norte de Nicaragua. Mis feligreses construyeron una escuela, un centro de salud, un centro cultural. Vivíamos en paz. Hace unos pocos meses un grupo de la Contra atacó la parroquia. Lo destruyeron todo: la escuela, el centro de salud, el centro cultural. Violaron a las enfermeras y las maestras, asesinaron a los médicos, de la forma más brutal. Se comportaron como salvajes. Por favor, exija que el gobierno de EEUU retire su apoyo a esta repugnante actividad
terrorista.”



Raymond Seitz tenía muy buena reputación como hombre racional, responsable y altamente sofisticado. Era muy respetado en los círculos diplomáticos. Escuchó, hizo una pausa, y entonces habló con gravedad. "Padre", dijo, "déjame decirte algo. En la guerra, la gente inocente siempre sufre". Hubo un frío silencio. Le miramos. Él no parpadeó.
La gente inocente, en realidad, siempre sufre.



Finalmente alguien dijo: "Pero en este caso 'las personas inocentes' fueron las víctimas de una espantosa atrocidad subvencionada por su gobierno, una entre muchas. Si el Congreso concede a la Contra más dinero, tendrán lugar más atrocidades de esta clase. ¿No es así? ¿No es por tanto su gobierno culpable de apoyar actos de asesinato y destrucción contra los ciudadanos de un estado soberano?"


Seitz se mantuvo imperturbable. "No estoy de acuerdo con que los hechos tal como han sido presentados apoyen sus afirmaciones" . dijo.


Mientras abandonábamos la embajada, un asistente estadounidense me dijo que había disfrutado con mis obras. No le respondí.



Debo recordarles que el entonces presidente, Reagan, hizo la siguiente declaración: "La Contra es el equivalente moral a nuestros Padres Fundadores". .



Los Estados Unidos apoyaron la brutal dictadura de Somoza en Nicaragua durante 40 años. El pueblo nicaragüense, guiado por los sandinistas, derrocó este régimen en 1979, una impresionante revolución popular.



Los sandinistas no eran perfectos. Tenían una claro componente de arrogancia y su filosofía política contenía un cierto número de elementos contradictorios. Pero eran inteligentes, racionales y civilizados. Se propusieron conseguir una sociedad estable, decente y plural. La pena de muerte fue abolida. Cientos de miles de campesinos pobres fueron librados de una muerte segura. A unas 100.000 familias se le dieron títulos de propiedad sobre tierras. Se construyeron dos mil escuelas. Una notable campaña educativa redujo el analfabetismo en el país a menos de una séptima parte. Se establecieron una educación y un servicio de salud gratuitos. La mortalidad infantil se redujo en una tercera parte. La polio fue erradicada.



Los Estados Unidos denunciaron estos logros como una subversión marxista/leninista. Desde el punto de vista del gobierno de los Estados Unidos, se estaba estableciendo un ejemplo peligroso. Si a Nicaragua se le permitía fijar normas básicas de justicia social y económica, si se le permitía incrementar los niveles de salud y educación y alcanzar una unidad social y un respeto nacional propio, los países vecinos se plantearían las mismas cuestiones y harían lo mismo. En ese momento había por supuesto una feroz resistencia al status quo en el Salvador.



He hablado anteriormente de "un entramado de mentiras" que nos rodea. El presidente Reagan describía habitualmente a Nicaragua como un "calabozo totalitario" . Esto fue aceptado de forma general por los medios, y por supuesto por el gobierno británico, como un comentario acertado e imparcial. Pero lo que ocurre es que, bajo el gobierno sandinista, no estaba documentada la existencia de escuadrones de la muerte. No había constancia de torturas. No estaba probada la existencia de una brutalidad sistemática u oficial por parte de los militares. Ningún sacerdote fue asesinado en Nicaragua.. De hecho, había tres sacerdotes en el gobierno, dos jesuitas y un misionero Maryknoll. Los calabozos totalitarios estaban en realidad muy cerca, en El Salvador y en Guatemala. Los Estados Unidos habían hecho caer en 1954 al gobierno elegido democráticamente en Guatemala y se calcula que unas 200.000 personas habían sido víctimas de las sucesivas dictaduras
militares.



Seis de los más eminentes jesuitas del mundo fueron asesinados brutalmente en la Universidad de Centro América en San Salvador en 1989 por un batallón del regimiento Alcatl entrenado en Fort Benning, Georgia, USA. Un hombre extremadamente valiente, el arzobispo Romero, fue asesinado mientras se dirigía a la gente. Se calcula que murieron 75.000 personas. ¿Por qué fueron asesinadas? Fueron asesinadas porque creían que una vida mejor era posible y que debía conseguirse. Esta creencia los convirtió de forma inmediata en comunistas. Murieron porque se atrevieron a cuestionar el status quo, la interminable situación de pobreza, enfermedad, degradación y opresión que habían recibido como herencia.



Los Estados Unidos finalmente hicieron caer el gobierno Sandinista. Tardaron varios años y hubo una resistencia considerable, pero una persecución económica implacable y 30.000 muertos al final minaron la moral del pueblo nicaragüense. Exhaustos y condenados a la pobreza una vez más. Los casinos volvieron al país, la salud y la educación gratuita se acabaron. Las grandes empresas volvieron en mayor número. La 'Democracia' había prevalecido.



Pero esta 'política' no se limitó, de ninguna manera, a Centroamérica. . Se realizó a lo largo y ancho del mundo. No tenía final. Y ahora es como si nunca hubiese sucedido.
Los Estados Unidos apoyaron y en algunos casos crearon todas las dictaduras militares de derechas en el mundo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Me refiero a Indonesia, Grecia, Uruguay, Brasil, Paraguay, Haití, Turquía, Filipinas, Guatemala, El Salvador, y, por supuesto, Chile. El horror que los Estados Unidos infligieron a Chile en 1973 no podrá ser nunca purgado ni olvidado.



Cientos de miles de muertes tuvieron lugar en todos estos países. ¿Tuvieron lugar? ¿Son todas esas muertes atribuibles a la política exterior estadounidense? La respuesta es sí, tuvieron lugar y son atribuibles a la política exterior estadounidense. Pero ustedes no lo sabrían.



Esto nunca ocurrió. Nunca ocurrió nada. No ocurrió ni siquiera mientras estaba ocurriendo. No importaba. No era de interés. Los crímenes de Estados unidos han sido sistemáticos, constantes, inmorales, despiadados, pero muy pocas personas han hablado de ellos. Esto es algo que hay que reconocerle a los Estados Unidos. Han ejercido su poder a través del mundo sin apenas dejarse llevar por las emociones mientras pretendían ser una fuerza al servicio del bien universal. Ha sido un brillante ejercicio de hipnosis, incluso ingenioso, y ha tenido un gran éxito.



Os digo que Estados Unidos son sin duda el mayor espectáculo ambulante. Pueden ser brutales, indiferentes, desdeñosos y bárbaros, pero también son muy inteligentes. Como vendedores no tienen rival, y la mercancía que mejor venden es el amor propio. Es un gran éxito. Escuchen a todos los presidentes de Estados Unidos en la televisión usando las palabras, “el pueblo americano”, como en la frase, “Le digo al pueblo americano que es la hora de rezar y defender los derechos del pueblo americano y le pido al pueblo americano que confíe en su presidente en la acción que va a tomar en beneficio del pueblo americano”.



Es una estratagema brillante. El lenguaje se usa hoy en día para mantener controlado al pensamiento. Las palabras “el pueblo americano” producen un cojín de tranquilidad verdaderamente sensual. No necesitas pensar. Simplemente échate sobre el cojín. El cojín puede estar sofocando tu inteligencia y tu capacidad crítica pero es muy cómodo. Esto no funciona, por supuesto, para los 40 millones de personas que viven bajo la línea de pobreza y los dos millones de hombres y mujeres prisioneras en los vastos “gulags” de las cárceles, que se extienden a lo largo de todo Estados Unidos.



Estados Unidos ya no se preocupa por los conflictos de baja intensidad. No ven ningún interés en ser reticentes o disimulados. Ponen sus cartas sobre la mesa sin miedo ni favor. Sencillamente les importan un bledo las Naciones Unidas, la legalidad internacional o el desacuerdo crítico, que juzgan impotentes e irrelevantes. Tienen su propio perrito faldero acurrucado detrás de ellos, la patética y supina Gran Bretaña.
¿Qué le ha pasado a nuestra sensibilidad moral? ¿La hemos tenido alguna vez? ¿Qué significan estas palabras? ¿Se refieren a un término muy raramente utilizado estos días, conciencia? ¿Una conciencia para usar no sólo con nuestros propios actos sino para usar también con nuestra responsabilidad compartida en los actos de los demás? ¿Está todo muerto? Mirad Guantánamo. Cientos de personas detenidas sin cargos a lo largo de tres años, sin representació n legal ni un juicio conveniente, técnicamente detenidos para siempre. Esta estructura totalmente ilegal se mantiene como un desafío a la convención de Ginebra. Esto no es sólo tolerado sino que es difícilmente planteado por lo que se llama 'la comunidad internacional' . Esta atrocidad criminal la comete un país, que se declara a sí mismo 'el líder del mundo libre'. ¿Pensamos en los habitantes de la bahía de Guantánamo? ¿Qué es lo que dicen los medios? Lo reseñan ocasionalmente
– una pequeña mención en la pagina seis. Ellos han sido consignados a una tierra de nadie de la que, por cierto, puede que nunca regresen. En la actualidad muchos están en huelga de hambre, alimentados a la fuerza, incluidos los residentes británicos. No hay sutilezas en estos procesos de alimentación. Ni sedaciones ni anestésicos. Solo un tubo insertado en tu nariz y dentro de tu garganta. Tú vomitas sangre. Esto es tortura. ¿Qué ha dicho la Secretaría Británica de Exteriores sobre esto? Nada. ¿Qué ha dicho el primer ministro británico sobre esto? Nada ¿Por qué no? Porque los Estados Unidos han dicho: criticar nuestra conducta en la bahía de Guantánamo constituye un acto poco amistoso. O estáis con nosotros o contra nosotros. Así que Blair se calla.



La invasión de Irak ha sido un acto de bandidos, un evidente acto de terrorismo de estado, demostrando un desprecio absoluto por el concepto de leyes internacionales. La invasión fue una acción militar arbitraria basada en una serie de mentiras sobre mentiras y burda manipulación de los medios y, por consiguiente, del público; un acto con la intención de consolidar el control económico y militar de Estados Unidos sobre Oriente Medio camuflado –como ultimo recurso, todas las otras justificaciones han caído por ellas mismas– como una liberación. Una formidable aseveración de la fuerza militar responsable de la muerte y mutilación de cientos y cientos de personas inocentes.
Hemos traído tortura, bombas racimo, uranio empobrecido, innumerables actos de muerte aleatoria, miseria, degradación y muerte para el pueblo Iraquí y lo llamamos “llevar la libertad y la democracia a Oriente Medio”
¿Cuánta gente tienes que matar antes de ser considerado un asesino de masas y un criminal de guerra? ¿Cien mil? Más que suficiente, habría pensado yo. Por eso es justo que Bush y Blair sean procesados por el Tribunal Penal Internacional. Pero Bush ha sido listo. No ha ratificado el Tribunal Penal Internacional. Por eso si un soldado o político americano es arrestado, Bush ha advertido que enviaría a los marines. Pero Tony Blair ha ratificado el Tribunal y por eso se le puede perseguir. Podemos proporcionarle al Tribunal su dirección si está interesado. Es el número 10 de Downing Street, Londres.



La muerte en este contexto es irrelevante. Ambos, Bush y Blair, colocan la muerte bien lejos, en los números atrasados. Al menos 100.000 iraquíes murieron por las bombas y misiles americanos antes de que la insurgencia iraquí empezase. Estas personas no existen ahora. Sus muertes no existen. Son espacios en blanco. Ni siquiera han sido registrados como muertos. "No hacemos recuento de cuerpos", dijo el general americano Tommy Franks.



Al inicio de la invasión se publicó en la portada de los periódicos británicos una fotografía de Tony Blair besando la mejilla de un niño iraquí. "Un niño agradecido", decía el pie de foto. Unos días después apareció una historia con una fotografía, en una página interior, de otro niño de cuatro años sin brazos. Su familia había sido alcanzada por un misil. Él fue el único superviviente. "¿Cuándo recuperaré mis brazos?", preguntaba. La historia desapareció. Bien, Tony Blair no lo tenía en sus brazos, tampoco el cuerpo de ningún otro niño mutilado, ni el de ningún cadáver ensangrentado. La sangre es sucia. Ensucia tu camisa y tu corbata cuando te encuentras dando un discurso sincero en televisión.
Los 2000 americanos muertos son una vergüenza. Son transportados a sus tumbas en la oscuridad. Los funerales son discretos, fuera de peligro. Los mutilados se pudren en sus camas, algunos para el resto de sus vidas. Así los muertos y los mutilados se pudren, en diferentes tipos de tumbas.



He aquí un extracto del poema de Pablo Neruda: 'Explico Algunas Cosas':




Y una mañana todo estaba ardiendo
y una mañana las hogueras
salían de la tierra
devorando seres,
y desde entonces fuego,
pólvora desde entonces,
y desde entonces sangre.
Bandidos con aviones y con moros,
bandidos con sortijas y duquesas,
bandidos con frailes negros bendiciendo
venían por el cielo a matar niños,
y por las calles la sangre de los niños
corría simplemente, como sangre de niños

Chacales que el chacal rechazaría,
piedras que el cardo seco mordería escupiendo,
víboras que las víboras odiaran!

Frente a vosotros he visto la sangre
de España levantarse
para ahogaros en una sola ola
de orgullo y de cuchillos!

Generales traidores:
mirad mi casa muerta,
mirad España rota:
pero de cada casa muerta sale metal ardiendo
en vez de flores,
pero de cada hueco de España
sale España,
pero de cada niño muerto sale un fusil con ojos,
pero de cada crimen nacen balas
que os hallarán un día el sitio
del corazón.

Preguntaréis por qué su poesía
no nos habla del sueño, de las hojas,
de los grandes volcanes de su país natal?

Venid a ver la sangre por las calles,
venid a ver
la sangre por las calles,
venid a ver la sangre
por las calles!



Quisiera dejar claro que citando el poema de Neruda no estoy comparando de ninguna manera la República Española con el Irak de Saddam Hussein. Cito a Neruda porque en ningún otro sitio de la lírica contemporánea leí una descripción más insistente y cierta del bombardeo contra civiles.



He dicho antes que los Estados Unidos están ahora siendo totalmente francos poniendo las cartas sobre la mesa. Éste es el caso. Su política oficial es hoy en día definida como 'Dominio sobre todo el espectro'. Ése no es mi término, es el suyo. 'Dominio sobre todo el espectro' quiere decir control de la tierra, mar, aire y espacio y todos sus recursos.
Los Estados Unidos ahora ocupan 702 bases militares a lo largo del mundo en 132 países, con la honorable excepción de Suecia, por supuesto. No sabemos muy bien como han llegado a estar ahí pero de hecho están ahí.
Los Estados Unidos poseen ocho mil cabezas nucleares activas y utilizables. Dos mil están en sus disparaderos, alerta, listas para ser lanzadas 15 minutos después de una advertencia. Están desarrollando nuevos sistemas de fuerza nuclear, conocidos como 'destructores de búnkeres'. Los británicos, siempre cooperativos, están intentando reemplazar su propio misil nuclear, Trident. ¿A quién, me pregunto, están apuntando? ¿A Osama Bin Laden? ¿A ti? ¿A mí? ¿A mi vecino? ¿China? ¿París? Quién sabe. Lo que sí sabemos es que esta locura infantil -la posesión y uso en forma de amenazas de armas nucleares- constituye el meollo de la actual filosofía política de Estados Unidos. Debemos recordarnos a nosotros mismos que Estados Unidos está en una continua misión militar y no muestra indicios de aminorar el paso.
Muchos miles, si no millones, de personas en los propios Estados Unidos están demostrablemente asqueadas, avergonzadas y enfadadas por las acciones de su gobierno, pero, tal y como están las cosas, no son una fuerza política coherente, todavía. Pero la ansiedad, la incertidumbre y el miedo que podemos ver crecer cada día en los Estados Unidos no es probable que disminuya.
Sé que el presidente Bush tiene algunos escritores de discursos muy competentes pero quisiera prestarme voluntario para el puesto. Propongo el siguiente discurso breve que él podría leer en televisión a la nación. Le veo solemne, con el pelo cuidadosamente peinado, serio, confiado, sincero, frecuentemente seductor, a veces empleando una sonrisa irónica, curiosamente atractiva, un auténtico macho.
"Dios es bueno. Dios es grande. Dios es bueno. Mi dios es bueno. El Dios de Bin Laden es malo. El suyo es un mal Dios. El dios de Saddam también era malo, aunque no tuviera ninguno. Él era un bárbaro. Nosotros no somos bárbaros. Nosotros no decapitamos a la gente. Nosotros creemos en la libertad. Dios también. Yo no soy bárbaro. Yo soy el líder democráticamente elegido de una democracia amante de la libertad. Somos una sociedad compasiva. Electrocutamos de forma compasiva y administramos una compasiva inyección letal. Somos una gran nación. Yo no soy un dictador. Él, sí.. Yo no soy un bárbaro. Él, sí. Y aquel otro, también. Todos lo son.. Yo tengo autoridad moral. ¿Ves mi puño? Esta es mi autoridad moral. Y no lo olvides"
La vida de un escritor es extremadamente vulnerable, apenas una actividad desnuda. No tenemos que llorar por ello. El escritor hace su elección y queda atrapado en ella. Pero es cierto que estás expuesto a todos los vientos, alguno de ellos en verdad helados. Estás solo, por tu cuenta. No encuentras refugio, ni protección -a menos que mientas- en cuyo caso, por supuesto, te habrás construido tu propia protección y, podría decirse, te habrás vuelto un político.
Me he referido un par de veces esta tarde a la muerte. Voy a citar ahora un poema mío llamado "Muerte"




¿Dónde se halló el cadáver?
¿Quién lo encontró?
¿Estaba muerto cuando lo encontraron?
¿Cómo lo encontraron?

¿Quién era el cadáver?

¿Quién era el padre o hija, o hermano
o tío o hermana o madre o hijo
del cadáver abandonado?

¿Estaba muerto el cuerpo cuando fue abandonado?
¿Fue abandonado?
¿Quién lo abandonó?

¿Estaba el cuerpo desnudo o vestido para un viaje?

¿Qué le hizo declarar muerto al cadáver?
¿Fue usted quien declaró muerto al cadáver?
¿Cómo de bien conocía el cadáver?
¿Cómo sabía que estaba muerto el cadáver?

¿Lavó el cadáver?
¿Le cerró ambos ojos?
¿Enterró el cuerpo?
¿Lo dejó abandonado?
¿Le dio un beso al cadáver?


Cuando miramos un espejo pensamos que la imagen que nos ofrece es exacta. Pero si te mueves un milímetro la imagen cambia. Ahora mismo, nosotros estamos mirando un círculo de reflejos sin fin. Pero a veces el escritor tiene que destrozar el espejo -porque es en el otro lado del espejo donde la verdad nos mira a nosotros.
Creo que, a pesar de las enormes dificultades que existen, una firme determinación, inquebrantable, sin vuelta atrás, como ciudadanos, para definir la auténtica verdad de nuestras vidas y nuestras sociedades es una necesidad crucial que nos afecta a todos. Es, de hecho, una obligación.
Si una determinación como ésta no forma parte de nuestra visión política, no tenemos esperanza de restituir lo que casi hemos perdido - la dignidad como personas.

viernes, 19 de diciembre de 2008

El mundo de teatro que hicimos

Este mapa medio borroso refiere las alrededor de 22 mil y tantas entradas que a este blog se han dado durante el año que tiene en circulación, y que debo agradecer encarecidamente. Este Blog comenzó casi por curiosidad, por afán de hablar de un tema que apasiona a muchos, eso creo, pero del que se habla poco, o se deja todo librado al sentimiento o al momento sensorial. Creo que hacer teatro, en general, no solo en el ámbito profesional, es una forma de levantarse en el mundo (y contra él, algunas veces), e indagar las razones de nuestro periplo por este lugar.
Porque este Blog también empezó por eso, por nostalgia, nostalgia de sentarme a charlar un rato sobre teatro, y prolongar la ceremonia. ¿Qué otra cosa mejor ofrece el mundo? Sentarse a dejar pasar las cosas para encontarrles una forma.
Ahora estoy pensando en qué más puede ser este Blog, y he hablado ya con alguna gente para que se sumen y posteen junto con este servidor. Es algo de lo que hablaré un poco adelante. ¡Mientras tanto, otra vez, les ofrezco ver el dibujo sobre el mapamundi que hicimos juntos este año pasado!

lunes, 10 de noviembre de 2008

Cuando el barco hace agua



Nota casi de disculpas: Sí, sé que me di vacaciones sin previo aviso, y agradezco el creciente número de lectores que llegaron a este Blog mientras estuve fuera. Es como si lo hiciera mejor mientras menos escribo, gulp! Prometo regularidad.


Ni la victoria de Obama ni la alegría de saber que se fue Del Castillo me dan buenos augurios para el futuro, nacional o mundial. El asunto ése de la crisis financiera ha empezado ya a carcomer muchas de las instituciones culturales más célebres de los EEUU, como reseña inmejorablemente aquí El País. Esta nación, que en el plano cultural se había acostumbrado a vivir del donativo está empezando a poner en jaque a sus artistas. Solo quedarán en pie los presupuestos que se ajusten mejor al mercado, y eso, los peruanos lo sabemos bastante bien, es la invitación a que se instale la francachela y la estupidez que vende mejor. Ahora bien, con lo mucho que me interesa, el tema no me llega a preocupar: diré con refinado egoísmo que esa manera de practicar la cultura, las artes en general, están condenadas a lo que pueda ofrecer un sistema como el capitalista, lo que quiera y como quiera. Diríamos que el sistema capitalista se comporta con los artistas como lo hace Herr Puntila con su criado Matti (en la célebre obra que Brecht le robó a la Wuolijocki): en épocas de estrechez, sobriedad, ni una sonrisa; en épocas de derroche y borrachera, muchos recursos.
Al margen de ello, no sería nada despreciable echar una miradita a la cantidad de dinero que Lehmann y Brothers dieron a la cultura americana de estos últimos años. Y luego pasar a preguntarse si el papel de la cultura como conciencia social y comunitaria es poco menos que una broma de mal gusto cuando se halla tan supeditada a los vaivenes de los poderosos. Así, de nada vale preguntarse por el to-be-or-not-to-be, ni mirar con lúcido pesimismo beckettiano el mundo: el mundo real se burla de los artistas porque ellos han dejado de ser la conciencia de este sistema, hace mucho, mucho tiempo.

P.S. Cuando hace agua el barco... Esta nota lo ilustra todo.

lunes, 13 de octubre de 2008

La crisis, Bird and Fortune

Sí, pues ni siquiera de este mundo de teatro la crisis financiera mundial pudiera estar alejada. En poco tiempo todos la tendremos en la punta de los labios como los actores novatos aprenden su única línea en escena: fue culpa de la crisis. Bueno, pero no quiero ponerme ni de lado de los apocalípticos ni de los integrados, sino de los simples. ¿Qué otra cosa hacer con esto? ¡¡Comedia!! La mejor solución desde Aristófanes y Plauto ante el descalabro que se arma por todo lado con la anuencia del misterio que ahora llaman, pa´ponerse científicos, "efecto mariposa".

Bueno basta de cháchara: hallé este magnífico sketch de los celebradísmos cómicos británicos Brenmer, Bird and Fortune, un show con largos años en la Tv londinense. En ella se satiriza, claro, pero se explica asombrosamente bien la payasada (con perdón de los payasos) que está costando millones de vidas condenadas al hambre. O sea que hay disfrute y hay lecciones que aprender, ¿qué más pedir? Tiene subtítulos. Ojalá les guste.


jueves, 2 de octubre de 2008

Boadella, a todo vapor


Entre lo poco que hay para leer sobre teatro en los medios de nuestra lengua (que valga la pena, digo) me encontré con esta copia de un chat de Albert Boadella en El Mundo, en España. Boadella es el fundador de Els Joglars, el famoso grupo de Cataluña, y en este pingpong mediático, como es característico con él, se despacha a su gusto. Altamente recomendable. Algunas preguntas son muy de contexto español, pero varias son sabias máximas sobre este mundo de teatro y la profesión de cómicos que muchos hemos elegido -dentro y fuera del escenario.
Aquí está el enlace, disfrútenlo. Y para los que quieran más, este enlace los conduce a la Página de Els Joglars.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Descubrir a García Lorca


Un giro imprevisto, una búsqueda de familiares de otros fusilados, ha puesto a los descendientes de Federico García Lorca ante la infructuosa tarea de oponerse a que sus restos sean sacados de la fosa común adonde la barbarie franquista los llevó. El País, ha dado cobertura extensa a esta que es, cómo lamento esto, una suerte de noticia sórdida, casi casi en policiales. Y me lamento porque mi punto es que de nada servirá saber dónde quedaron los despojos de la humanidad gigante del creador del teatro de La Barraca, del inigualable poeta que pintó para siempre Nueva York como una mancha de colores descarnados.
La familia de Federico era tajante, conmovedora: que lo dejen allí, que allí en medio de todos esos NN, él, aquel que ha brillado como nadie en las letras de su tiempo, descansa a buen recaudo. Pero las luchas de los activistas de derechos humanos, y un cierto afán contemporizador llevan a este desentierro, reconocimiento, papeles, forenses, cotejos de ADN.
Yo creo que todo es inútil, como doloroso para todos. Creo que la misma estupidez que llevó a Lorca una muerte temprana puede ser igualada por reivindicaciones que huelen a política, y ésa, ya saben, es la madre de todas las enfermedades. A veces esas reivindicaciones hieren más, confunden, se rozan con la chabacanería, como dirían en España, con la huachafería como dicen en mi país. (A propósito de mi país, hicieron algo así con Arguedas y a casi nadie le importa un carajo).
Yo creo que a Federico debieran dejarlo al pie de ese árbol en que dice Ian Gibson están sus huesos, o lo que de ellos quede. Por qué? Pues porque simplemente él no está allí. Lorca es inatrapable, insepultable. Tal vez los bestializados que ordenaron su muerte creyeron que la suerte de un escritor se sellaba con el cierre de sus labios, con el corte de sus manos. Lorca por el contrario ha florecido y se ha prodigado. Lorca jamás fue enterrado, ni en una fosa común real, ni en el índex (fosa común intelectual) en que quieren los totalitaristas de toda ralea esconder a los artistas populares. No hay nada que descubrir en esa fosa, en medio de ese barranco. El escritor nunca estuvo cubierto.
Lorca ha estado vivo estos 72 años y no lo ha matado ni siquiera el nuevo franquismo.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Dos obras que me perdí



A pesar de mi extenso tiempo en Lima (demasiado, la verdad), por una u otra razón -llegadas a destiempo, viajes de improviso, la huelga del 9 de julio, etc. -no vi las obras más recientes de los grupos más antiguos y celebrados del Perú: Cuatrotablas ("Los ríos profundos") y Yuyachkani ("El último ensayo").

Para consuelo de los que estamos fuera encontré estos trailers, ya sé que no son nada con el hecho escénico mismo, claro. Pero, qué se la hace, es una forma de paliar lo efímero de la vida teatral. Allí van

Yuyachkani, aquí


Cuatrotablas, aquí.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Grotowsky revisitado, via Palermo

Mi buen amigo Carlos Riboty, tatrero peruano afincado en Palermo, Italia, me envía este
interesantísimo anuncio de nuevas publicaciones dedicadas al teatro grotowskiano, el teatro experimental en general. Gracias, Carlos.




- Heart of Practice. Within the Workcenter of Jerzy Grotowski and Thomas Richards, by Thomas Richards, Routledge (2008).

The book charts the development of the Workcenter's performing arts research through a decade of conversations with Thomas Richards.
Interviewed by leading scholars, Richards gives a detailed view of the Workcenter's evolution, providing concrete illustration of the Workcenter's distinctive creative practices, rigorous discussion of over twenty years of world-renowned research, previously unpublished performance photos and privileged insight into what Jerzy Grotowski considered to be the culmination of his life's work.



The table of content is:
  • Non-Preface by Andre Gregory
  • 1 The Edge-Point of Performance
    Interviewer: Lisa Wolford
  • 2 As an Unbroken Stream
    Interviewer: Tatiana Motta Lima
  • 3 In the Territory of Something Third
    Interviewer: Kris Salata
  • Biographies
    Bibliography
    Filmography of the Workcenter Research

Heart of Practice is available at the publisher's website www.routledge.com



- Opere e sentieri III "Testimonianze e riflessioni sull'arte come veicolo". The book centers on specific topics connected with the Workcenter research and contains contributions from Paul Allain, Antonio Attisani, Peter Brook, Florinda Cambria, Marco De Marinis, Albert Dichy, Piergiorgio Giacché, Sandro Lombardi, Roger Repohl, Marcella Scopelliti, Ferdinando Taviani, Federico Tiezzi, Anatoli Vasil'ev, Carlo Sini.

The table of content is:
  • AL LETTORE
  • Introduzione, Albert Dichy, L'argomento più noioso del mondo
    I
  • Peter Brook, Grotowski, L'arte come veicolo
  • Ferdinando Taviani Commento a Il Performer
  • Federico Tiezzi, Pas de viande dans un restaurant de poisson- Il grado zero della scrittura (1988)
  • Federico Tiezzi, Dieci anni dopo: only connect
  • Roger Repohl, Liturgia come veicolo (1994)
  • Sandro Lombardi, La pietra nera - L'attore guarda il maestro che lo guarda (1998)
  • Anatolij Vasil'ev, Cronaca del quattordici (1999)
    II
  • Marco De Marinis, Il teatrologo, lo spettatore e le performing arts: la sfida di Grotowski e del Workcenter di Pontedera (2003)
  • Piergiorgio Giacché, La verticalitá e la sacralitá dell'atto (2003)
  • Paul Allain, Destarsi con One breath left (2003)
  • Marcella Scopelliti Un resoconto in due tempi (2006)
  • Antonio Attisani, L'arte del teatro nel secolo dopo Grotowski (2007)
  • Florinda Cambria Il teatro e la prassi (2007)
  • Carlo Sini, Poiema (2007)

Opere e Sentieri III is available in bookshops in Italy and at the publisher's website, www.bulzoni.it




- A special issue of TDR The Drama Review (summer 2008), entitled Re-Reading Grotowski, edited by Kris Salata and Lisa Wolford Wylam

The table of content is:
    PROVOCATION
  • Fathers and sons
    Harry J.Elam, Jr

  • TDR COMMENT
  • Grotowski and the Grotowskian
    Richard Schechner

  • ARTICLES
  • Re-Reading Grotowski:Guest Editor's Introduction
    Kris Salata and Lisa Wolford Wylam
  • Farewell Speech to the Pupils
    Jerzy Grotowski
    translated by Kris Salata

  • Reply to Stanislavsky
    Jerzy Grotowski,
    translated by Kris Salata

  • On the Genesis of Apocalypsis
    Jerzy Grotowski
    translated by Kris Salata

  • Returning to the Subject: The Heritage of Reduta in Grotowski's Laboratory Theatre Zbigniew Osinski
    translated and edited by Kris Salata

  • Acta Gnosis
    Antonio Attisani
    translated by Elisa Poggelli

  • Towards the Non-(Re)presentational Actor: From Grotowski to Richards
    Kris Salata
  • Living Tradition: Continuity of Research at the Workcenter of Jerzy Grotowski and Thomas Richards
    Lisa Wolford Wylam
  • Meeting at La Sapienza: or, On the Cultivation of Onions
    Mario Biagini
    translated by Lisa Wolford Wylam

miércoles, 27 de agosto de 2008

algunos problemas técnicos...

me impiden postear estos dìas. Vuelvo en breve...

martes, 26 de agosto de 2008

Kusikay Productions presents Chaska

Además de todo, Cusco ostenta la tradición teatral más antigua del Perú. Y no me refiero por supuesto a la posibilidad de que haya habido formas de teatralidad antes de la llegada española, sino básicamente a su rica experiencia colonial que construyó leyendas como las de Espinosa Medrano, acaso el primer autor de teatro destacable en el Perú. Y esa tradición de la representación, que sospecho se dio la mano con la ancestral ritualidad perviviente en el inconciente colectivo quechua, permitió "rarezas" como las del teatro quechua colonial, ampliamente conocido ahora, y ya llegando al siglo XX las primeras compañías de teatro indigenista que recorrieron la zona andina, y llegaron un día felices y orondas a representar en Buenos Aires, según conocí hace poco por un libro de Karina Pacheco.
Por eso cada vez que llego al Cusco -además de atacarme el complejo arguediano de andar tocando las piedras de las construcciones incas (ya no se puede, lo prohibió el INC)- me intereso por buscar en qué onda están los siempre activos teatristas cusqueños. Esta vez tuve mala suerte, llegué en días de semana, y me perdí "Eréndira" la adaptación unipersonal que dirige el buen Hugo Salazar Rodríguez, basado en el relato de García Márquez. Y mi curiosidad lamentó más haber perdido Locos de Amor, una puesta de actores cusqueños de la obra del camaleónico y heavy dramaturgo americano Sam Shepard.
Pero lo que sí me encontré -miento, lo sabía ya desde el anuncio que hacían en la revista del avión- fue Kusikay (ver web), el proyecto de compañía-empresa teatral que ha echado a andar un cusqueño rehabilitando el teatro Garcilaso, el mismo que ha visto también resurgir a su vecino, el Mercado de San Pedro.
Kusikay presenta Chaska, una historia andina, su primera producción, para la que han convocado talentos foráneos y locales, y cuyo público objetivo es a todas luces el torrente de turistas internacionales que reculan por una u otra razón en la ciudad sagrada de los Incas.
Yo venía a ver Chaska básicamente por dos motivos (al menos me dejé vender estos dos): por ver a Lucho Ramírez, ex Cuatrotablas, ex Peru Fusion, ex Director del Teatro de San Marcos en Lima, y para mi modesta opinión, uno de los mejores actores que uno puede ver en escena en el Perú. Lucho se ha mudado a Cusco, se ha aventurado como pocos, y ha hecho del Ombligo del Tawantinsuyo su nuevo centro de operaciones. La segunda razón era ver a los actores locales, a los hermanos Chaparro por ejemplo, o a Nino Mirones, y además ver qué me pasaba como espectador.
Por supuesto hay más anécdotas con esta puesta: la dramaturgia la hace Rocio Tovar, la misma directora que hizo El Peru Jaja en Lima, para reírse de convencionalismos históricos, y que ahora trató de urdir un relato de aliento mítico. Otra anécdota es que el director espectacular fuera mi buen amigo arequipeño Eduardo San Román, ducho en los menesteres de poner danza, circo, teatro todo entremezclado.
Pero tuve mala suerte en verdad (y no me quejo de la carísima entrada que pagué), porque ese día justamente descansaba Lucho Ramírez. "Joder, pensé haciéndome el extranjero, hubierais anunciado eso en la antesala!!"
Bromas aparte, se trata de un trabajo fabricado para consumo turístico: es cuidadoso, limpio, bien iluminado, pero sin mayor riesgo estético o rigor cultural. Creo que un antropólogo tendría una subida de presión con la mezcolanza de ritos y danzas, de valles, de punas, que los productores hacen. Y creo que históricamente se da una imagen muy a vuelo de pájaro (literalmente) de lo que fueron cinco mil años de historia andina, en que se entiende poco y se confunde más. Bueno, pensé mirando a una pareja de Británicos que estaban viendo también la obra ese día, también para mí la Reina Isabel I y Oscar Wilde podrían haber caminado juntos una tarde de estío londinense y eso qué michi me importa finalmente. Son licencias de la dramaturgia, se dirá. (Ya casi estamos en el argumento que defiende a Indiana Jones).
Y claro, licencias hay, pero también existen licenciados. Y a esta puesta lo que le falla clamorosamente es la dramaturgia, una estructura que cuente bien alguna historia, y no haga secuencia de estampas a lo new age, y evite por ejemplo que la protagonista se inmole sin pasado, sin deseos claros, y sin conflicto resuelto. Se podía haber recurrido, fondos había, a un escritor que resuelva el arroz con mango de manera más teatralmente creíble, yo creo. O sea, que evite que Chaska se haga matar por simple costumbre, y que no suene a indigenismo salvaje y cristianismo primitivo.
Lo que sí es impactante, para el teatro que se hace en el Perú, es lo que significa el monto de la inversión en este proyecto teatral. Es destacable, y puede ser ejemplo de muchas cosas, no todas buenas, claro. Pero es un ejemplo, que una vez más le toca iniciar a la milenaria ciudad. Al menos los cusqueños sí que no se dejan pisar el poncho y las danzas de la fiesta inicial las hacen como se debe. Así, Kusikay podría ser cómo no, otro pretexto para el exotismo que el Cusco tiene a borbotones, y que le sirve para vivir.

P.S. Claro, pensándolo bien, más "exótico" me resultaría al día siguiente ir al Mercado y comprar libros artesanales y videos de fiestas populares grabados a pulso por los propios pobladores. O mejor, cruzar el portal, y frente al celebérrimo Colegio de Ciencias ver ensayar a un grupo de escolares en penumbra, sin coreógrafo, sin paredes, quizás las mismas danzas que Chaska guarda en las cuatro paredes albicantes, como diría Vallejo, del teatro Garcilaso.

**Aquí un trailer de la producción.

domingo, 10 de agosto de 2008

¿Algún día lo reconstruirían?

Me preguntaba, al pie de la foto-símbolo que tienen a su izquierda, si algún día se animaría la gestión estatal peruana a reconstruir el Teatro Municipal de Lima, incendiado hace DIEZ AÑOS, nada menos, y que era en buena forma un monumento en sí de lo que en realidad la Cultura importa y significa en el país de Vargas Llosa, Szyszlo, Flórez y Susana Baca.
Pero ahora llega la noticia de que, a través de fondos del siempre cuestionado Paseo de las Aguas, la gestión del alcalde Castañeda, invertirá 30 millones de soles, unos 12 millones de dólares en hacer del TML "el más sofisticado de Latinoamérica" (sic). Aquí un enlace a la noticia.
Si me preguntaban (vamos, nadie iba a hacerlo, pero igual lanzaré mi botellita al mar), yo hubiera simplemente alegado que lo dejaran así, pues de qué servirá un lindo teatro en un país sin Política cultural y en un Centro Histórico intransitable, peligroso, lleno de gente con bronca (y con enormes razones para la bronca, hay que decirlo). Un lindo Teatro, sofisticado, "ahora que ya somos, ya casi somos, ya falta poquito para que seamos" un país diferente, como delira el delirante Presidente peruano (decir eso no es raje, es diagnóstico médico conocido desde los 80) que parece contagiar a Castañeda, también empeñado en crear la opereta viva, el kalevala nacional de que el Perú ha cambiado, y no sigue siendo la tierrar privilegiada para la exclusión multidireccionada.
Porque el asunto va así: un teatro así de lindo, en un barrio así de difícil, tiende por natural protección a ser excluyente. Y a ser visto como un intruso que insulta. Que demarca la horrorosa división de raza/clase/loquesea que nos tiene así de podridos como sociedad hace siglos. Es como pasear un Mercedes del año por la Av. Colonial. ¡Que sí lo hacen algunos peruanos? Claro, y ese es el punto: mientras la cultura en el Perú siga homologada a la idea de sofisticación, prestigio social, pituquería, cosmopolitismo, ni el mayor monumento sirve de nada. Y la cultura misma se vuelve un factor más de dominación, discriminación y falta de respeto por el diferente.
Tal vez esa obra tenderá a convertirse en una nueva Opera de Manaos, operita en verdad, sí, será como una una vieja cortesana abandonada en medio de los manglares.

El tiempo lo dirá todo, como siempre.

(Mientras, he venido a recuperarme de la maleteada que significa sobrevivir Lima por unas semanas, y estoy en Cusco, visitando bibiliotecas y esperando a ver algo del teatro local y que pueda reseñar. Y por supuesto pidiendo permiso a los Apus para seguir siendo).

miércoles, 30 de julio de 2008

¿Ministerio de Cultura?

Una opinión sobre el anuncio del Presidente peruano aceca de la creación de un Ministerio de Cultura. Verlo aquí.

lunes, 28 de julio de 2008

Una temporada en el Averno


Ver una obra detrás de la otra, o mejor una encima de la otra. No darse el tiempo para aislarlas, a lo mejor, como haría un cuidadoso entomólogo, observando las patas, la evolución, el sentido del ritmo. No puedo hacer eso. No puedo digerir, sino básicamente engullir: eso me pasa como espectador de teatro, tal vez sea una mala costumbre generada porque mi hábito de ingesta se fraguó en festivales, concretamente Muestras, eventos que tienen la lógica del descontrol de las fiestas populares, sí, los que han ido saben a lo que me refiero: ver una obra detrás de la otra, y mejor, una encima de la otra. Y hago lo mismo cuando estoy en el Perú, me indigesto un poco, cierto, se me quedan los sabores de obras distintas en el mismo plato.

Por ello, solo diré que yendo a ver Interruptor, la última creación del grupo Cuer2 de Lima, en el Centro Cultural El Averno del Centro de Lima, aún conservaba conmigo cierto sabor de otra obra vista en un viejo palacete binacional de la cultura, y tal vez eso me alteró el apetito al entrar al Averno.

El Averno se merece su teológico nombre, y aunque es legendario fue la primera vez que lo visité. Está ubicado en el Jirón Quilca, cerca de la feria permanente de libros más famosa de la Capital, y es un lugar de reunión de escritores que tal vez se autodescribirían como "under" o como de izquierda radical. ¿O ambas cosas?¿O izquierda a la recherche du temps perdu?, pensé huachafazo. En la pequeña sala habilitada, unas banquitas , sin espaldares, que parecían caricaturizar las de una iglesia. Y las pinturas murales y especies de altares de material desechable, parecía aguardar alguna misita negra. (Malditos curas, pensé [sigo pensando] ¿cuándo dejarán de creer que somos parte de su Misión y meterse en nuestro inconsciente?) También las proclamas (en la antesala), manifiestos, imágenes históricas, Mariátegui, advertencias. Sí pues, me pareció una parroquia, una parroquia subte-gótico-marxista.

En ese plato me comí la obra. Que me gustó, para qué demorar más en decirlo. Creo que Roberto Sánchez-Piérola es uno de esos escritores para teatro que mejor cuadraría en mi panteón personal de dramaturgos para un Perú con futuro teatral. No le teme a la creación colectiva, no le teme a la puesta en escena descontrolada, y tal vez ha comprendido ya bastante bien que escribir en el aire (la frase genial ni siquiera es de Cornejo Polar, sino de un poema de ese dramaturgo fallido que fue Vallejo) es la única forma real de escribir para el teatro. Sobre la base de un grupo de trabajo, improvisaciones, convivencia de carne y hueso, se da la forma teatral. La mano del director actúa en verdad como mano de escritor: elige, condensa, explora, dice. Es la mano de un cocinero que escribe en el momento sus recetas, y que las puede reinventar con fruición. ¿Al infinito? ¿Al margen?
Y reiterando que gusté enormemente de Interruptor, muy por sobre varias cosas más publicitadas y actuadas con mucho, mucho menor decoro en las 4 salas de Lima, volveré sobre el asunto de la presentación de esta comida. Pues me sorprendió que este relato sobre la enajenación (alienación ya es un término que habría que sentarse a discutir) y la incomunicación humanas, via la tecnología moderna, me revolviera de forma curiosa en el interior. Pues si la obra tiene un tono de denuncia, de advertencia, que se hace clara en la inflexión hiperrealista de los actores al final, ese tono es a la vez un tanto apocalíptico: estamos irremisiblemente condenados a perdernos por una colonización del ser a través de los agentes de poder de siempre (sí pues, malditos los curas y los edictos de Benedicto, maldito Bill Gates y el Windows Vista), entonces, pregunta tonta, ¿cuál será el sentido de hacer un discurso sobre la maquinización de lo humano? ¿Convertir a los convertidos?
Si no hay salidas de emergencia, digo yo, cantemos con dulzura el fin de nuestro tiempo.

A unas 6 cuadras de allí está Centro Lima, y más allá los centros comerciales de compra venta pirata de software más grandes del Perú, en Galerías Wilson o Compuplaza. Allí los desplazados urbanos de antes, los informales, violan a los violadores corporativos impunemente mientras la policía les arregla el tráfico (¿a cambio de un Videojuego para sus hijos?). En cada esquina los chibolos se retan con quien sea a partidas infinitas de juegos que ni siquiera sé imaginar (ya saben, tengo 35 años), para luego volver a aceptar misa los lunes por la mañana en el colegio de los curas y los milicos, y acaso vuelven a usar uniforme.
Porque la partida (nada virtual) con la tecnología no la gana alguien sin tecnología, y esta macana cavernícola (PC, Mac o lo que sea) de por sí no pega en nuestras cabezas, sino es por mandato de quien la tiene por la parte más dúctil. Es decir, que no es sin tecnología (brazo armado de la modernidad, si quieren) que la cordura nos será devuelta. Sino por aprender como venimos aprendiendo desde hace medio milenio, y yo creo con éxito y sin reconocimiento, a pegarle al invasor con las propias armas de la invasión.

**Para enterarse de nuevas funciones de Interruptor o de los Cuer2, entrar aquí.

domingo, 20 de julio de 2008

Encontrar un teatro en cada cerro



Lima es una ciudad compleja. La esencia de esa complejidad radica en que en verdad no es una ciudad: son varias ciudades enredadas, entramadas a la fuerza. Como si un huracán hubiera arrancado de cuajo tres o cuatro lugares y los hubiera rearmado a lo collage. Un montón de barrios arrejuntados, divididos al hartazgo, embarrados unos con las imágenes de otros. Por eso me resisto siempre a hablar de "teatro limeño". Preguntaré siempre, el teatro de qué Lima, el de qué sector en específico, qué barrio, unidad vecinal, y mejor aún, el de qué público. Quién lo ve, y sobre todo dónde. Y sobre todo por qué lo ve, quién lo llevó allí, qué causa o casualidad lo llevó a espectar eso que llamamos arte de las tablas.
Pues estas cosas que revolotean mi cabeza de teatrero hace tiempo, se volvieron a chocolear el pasado miércoles, cuando embarcado con mis grandes amigos Lieve Delanoy y Marc Willems, cruzábamos con su pequeño auto desde Magdalena hasta Comas, como quien corta un queso con una gillete. Ellos debían llegar apurados a la función que darían como parte del Sexto FIETPO, Festival Itinerante y Encuentro de Teatro Popular, que organiza Francisco López del grupo Sol de Medianoche, esta vez en el templo de la Parroquia Cristo Liberador y otros sitios del sector llamado Año Nuevo (aquí colgué la Programación).
Pero supongo debo completar harta información: ese miércoles, no solo era Lieve quien se presentaba, con su maravillosa "De tanto Volver", teatro-testimonio sobre un campesino (uno de miles) asesinado impunemente en el Conflicto Armado, espectáculo contado con las tripas, relatado desde la experiencia cercana, desenmascarando hasta al propio teatro y su incapacidad de representar. No solo ella mostraba su trabajo urgente (una urgencia que no ha cesado de llevarla a reponer la obra por casi 17 años), sino que lo hacía también nadie menos que Ana Correa de Yuyachkani reponiendo su "Rosa Cuchillo", la performance elegida por la Comisión de la Verdad y Reconciliación para acompañar muchas de las audiencias públicas en Ayacucho, y que ha recorrido literalmente medio mundo. Pero no solo eso. Aquella noche se uniría a la velada Pilar Núñez, quien sigue siendo para mí la actriz santa de Cuatrotablas, con su "Flor de Primavera", a un día de irse a Miami a representarnos en el Festival de Teatro Hispánico.
Pues, qué les puedo decir, que si me lo decían no lo creía: tres actrices formidables, tres espectáculos vanguardistas, con temas para escarapelar el cuerpo, nada menos, a 15 kilómetros de Lima, y a un año luz de la miopía del Perú oficial.
Y por supuesto que escarapela pensar en Comas, cómo no, este pueblo vecino de Lima, que ha devenido junto con Villa el Salvador, un pulmón expuesto de la teatralidad popular que se resiste simplemente a dejarse tragar por las maravillosas "industrias culturales". Son los bordes que están intentando detenerse a repensar nuestro teatro. ¿Lo harán a prisa o se los llevará de encuentro alguna cervecería, perdón, alguna empresa de servicios culturales?
Escribí algo sobre este asunto en este Post de otro Blog.
¿Hubo público ese miércoles? Hubo, muy variado, muchos niños, sí, muchos niños. Gente que se sopló tres horas de teatro experimental y nada condescendiente. No, si público siempre habrá, eso no dudarlo, en todas partes se necesita experiencias limpias para pensar. (Y luego hubo cena familiar para las artistas y los acompañantes improvisados como yo. Una caigua rellena que añoraba comer, gracias).
Nada, que aún no me repongo de ese día, de ver por enésima vez a Lieve, por enésima a Pilar, de ver por enésima vez algo de los Yuyas. Pero sobre todo de escuchar ese sonido del viento cruzar imponente entre los cerros repletos de lucecitas.

**¿Imagen? Mapa de Lima, localizacion de Comas en azul.

sábado, 19 de julio de 2008

Chespirito y el poder


Tengo que enviarlos nuevamente a un enlace, pero es que esta vez lo pueden leer aquí.

miércoles, 9 de julio de 2008

Perú: ¿Nuevos dramaturgos o nueva dramaturgia?


Pueden descargar completamente el artículo que escribí sobre ese tema para la Revista Letra de Cambio que edita Daniel Salas de la U. of Colorado, Boulder. Este es el enlace:

http://www.letradecambioperu.com/Vol2-No2/copy_of_Vol2-No2.html


De más está decir que les recomiendo la revista completa, y sus enlaces.

(Saludos desde una soleada, primaveral Lima, en vísperas del Paro Nacional, un día después del estruendoso estreno de Chespirito en la Ciudad de los Reyes. Ya contaré algo de la bufonería política peruana en otro post).

sábado, 5 de julio de 2008

Aviñón y el teatro que perdí




Ese año capicúa, 1991, sentado en una pileta que impunemente la Alianza Francesa de Arequipa ha hecho desaparecer, tenía yo el problema de ponerle un nombre a un grupo de teatro que arrancaba. Me arrepentí después, varias veces de lo que hice, confieso de entrada, pero la decisión fue ésta: lo llamaríamos Aviñón por el Festival de teatro más famoso en el mundo, festival que en suelo francés todavía impresionaba mis ilusiones (entiéndase: difícilmente a los diecinueve uno ha leído a Frantz Fanon para quitarse toda esperanza en la egalité-fraternité-etceterá y todas esas fantasías produites en France).
Bueno, el nombre de Aviñón me llevó, y esto fue lo mejor, a buscar al hombre, o sea, a quien lo propuso. Y leer De la tradición teatral, de Jean Vilar en esa pileta que ya referí, debe de haber sido lo mejor que hice en toda mi vida de teatrero sin rumbo en mi ciudad. Lo que digo es que el buen Vilar fue para mí mejor que un maestro: no le conocí sino lo que me convino conocerle, y lo interpreté a mi modo sin que anduviera oponiéndose, hallando en él muchas respuestas que seguro su propio texto no tenía. En fin, así son las alucinaciones del hambriento en medio del desierto.
De ahí en adelante me la he pasado diecisiete años castellanizando y explicando el nombre. Casi pidiendo disculpas a mis compañeros del Movimiento de teatro Independiente (no en vano llamado MOTIN), para que no me juzguen por lo que no soy, y menos sumariamente. Diciendo que por debajo de ese afranchutamiento en el nombre, lo nuestro era simple, boba, adherencia a la idea central de Vilar: un teatro para todos, masivo, pero un buen teatro, que al final es un pleonasmo, porque Moliere, Goldoni, Jarry, Hugo son en realidad teatro popular (secuestrado por la incipiente industria de la cultura de su tiempo, eso sí). Yo interpreté ese Vilar y ese Aviñón, el del teatro que clava uñas y dientes en una tradición, que la reinventa, la niega de paso, pero no clasea, ni racea. ¿Romanticismo? Seguramente, échenme la culpa a mí y no al maestro Vilar, por supuesto.
Por eso cuando llega cada verano europeo, ahora que ya me vino la consciencia, y veo desfilar la cartelera del Festival de Aviñón, siento que entre el nombrecito de mi agrupación y el portentoso mecanismo de mercancías teatrales que es la ciudad de los Papas en julio, hay poquísimo, poquísimo en común. Miren los anuncios de este año, y esta Programación, si se les facilita el francés. Se presentará de estrella Castelluci, aquí tienen mis impresiones cuando lo vi en Minneapolis.
¿Algo de popular? No pues, masivo no es popular, ahorita sí se lo discutiría a Vilar, y popular en la posguerra europea, no es popular en la pos... qué tenemos nosotros?
Nada, que los fines ahora son otros, y a los libros como De la tradición teatral, ahora se los lleva el viento. Ah, y esa frase creo que la repiten los Papas, sí, pues, creo que a Vilar le hubiera venido bien fundar el festival en ciudades con suelo menos impregnado de feudalismo cristiano, qué tal en Marruecos o en Martinica, allí sí hubiéramos hablado de otra cosa, mon cher Jean.

**Foto: Vilar en el Palais des Papes, el escenario principal del Festival en 1947.

lunes, 30 de junio de 2008

Peleas de toros, peleas de todos


Es sin duda la fiesta popular por excelencia en Arequipa: dos bestias gigantescas (por encima de los mil kilos) se deben medir en una tarde de domingo, abrazadas por los cuernos, pujando hasta que alguna de las dos terquedades venza. Y la victoria se ha de sellar con una suerte de estampida, un aire de descontrol total en que el toro perdedor buscará salir del recinto quien sabe por dónde, y tragarse su bronca. Desde luego, como todo arequipeño, he ido varias veces a esta fiestas, pero nunca como ahora he visto con claridad sus deudas simétricas tanto con la fiesta andina, con el yawar fiesta, como con la corrida de toros y las peleas de gallos españolas. Es solo que estamos ante una fiesta en que la sangre se ha suprimido, coagulado por formas de civilidad que el arequipeño mestizo, el agricultor characato que es dueño del animal, se debe exigir. La fiesta ha dejado de ser demostración de la incomensurabilidad de la naturaleza como en el ande puro, y los animales no llegan a hacerse daños mayores; se lo hacen, por supuesto, pero creo que nunca hay muerte de uno de los toros en plena pelea. Lo que sí se ha conservado es la desmesura para la ingesta de licor, el aire de tiempo muerto y borrachera generalizada. Por otro lado, a diferencia del relato de dominio del hombre sobre la bestia en la fiesta hispana, la de la Pelea de toros es una fiesta de contemplación, de intervención humana limitada. Solo algunos dueños, o entrenadores, se acercan a dar bravatas, a provocar a los toros para pelear. Y por supuesto hay apuestas, hay dinero que se va y que tal vez alguna otra tarde regrese.
Sobre el contenido simbólico de las Peleas de toros se puede hablar largamente, una tarde entera, sentado en un bordo tomándose algo, una cervecita, un vaso de chicha. Se puede arguir con facilidad la metáfora del toro mestizo, mezcla de toro de la sierra con una vaca europea, entrenado para resistir, para pegar cuando se debe, para procrear. Se puede hablar sobre el sentido del riesgo, el miedo que invade a los espectadores ante la inminencia de la estampida, esa que se ha cobrado no pocas vidas entre los mirones hasta hace muy poco. Pero en lo que me quedé pensando fue en otra cosa: ¿no somos un poco como los toros, nosotros, los arequipeños? ¿Entrenados para discutir cabeza con cabeza hasta hacer correr al enemigo?
De vuelta a casa, esa misma tarde de las Peleas, el taxi en que viajaba se perdía por una de esos vericuetos que conectan Cayma con Cerro Colorado. De pronto, en sentido inverso, otro auto, otro taxi, ocupa el delgado carril. ¿Qué hacen los dos choferes? Ambos miran para los lados, se observan de reojo. Apagan sus motores. Ninguno habla. Alguno de los dos tendrá que ceder el paso, pero ¿cuál? Son minutos eternos, me impaciento. Ni siquiera hay insultos. De pronto algo convence al del otro auto (¿su apuro?), y lento primero, y luego muy rápido, se tira para atrás y arranca por una calle tranversal.
Creo haber conocido un nuevo sentido para la expresión "estar en las entrañas de la bestia".

Basta de palabras. Aquí unos videos de peleas: esta es muy controlada , esta es más a lo original y esta otra es en Mache y demuestra que no solo en Arequipa hay la costumbre.

martes, 24 de junio de 2008

I COLOQUIO DE ESTUDIOS TEATRALES Y PERFORMATIVOS, LIMA 2008

ORGANIZAN: proyecto mallki, asociacion peruano japonesa

PROGRAMA
MARTES 01 DE JULIO
6.00 pm Recepción de participantes, inscripción de asistentes.
6.15 pm Bienvenida a cargo de la Asociación Peruano Japonesa y Proyecto Mallki.

6.30 pm MESA 1: LITERATURA DRAMÁTICA/TEORIAS TEATRALES
“La posmodernidad de "revuelta" de la dramaturgia peruana actual: Un análisis a partir de la obra de Eduardo Adrianzén”
Alfredo Bushby, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima

“Literatura, dramaturgia y creación: la adaptación de Los Ríos Profundos”
Mario Delgado Vásquez, Asociación para la Investigación Actoral Cuatrotablas, Lima

Moderador: Carlos Vargas Salgado, University of Minnesota
*Conversatorio*

7.30 pm. MESA 2: POÉTICAS TEATRALES Y PERFORMATIVAS
“Experiencias de teatro de intervención en Villa El Salvador”
Miguel Almeyda Morales, Casa Infantil Juvenil de Arte y Cultura de Villa El Salvador

“La Función Social del Teatro: Grupo de teatro Imágenes (1994-2008)”
Rocío Ratto, Asociación de Artistas con discapacidad/ Grupo de Teatro Imágenes, Lima

“Una aproximación a las condiciones de producción de Aventura en los Andes Mágicos, del Proyecto Generarte”
Ivone Barriga, University of Minnesota, Twin Cities

“Aspectos históricos, lingüísticos y antropológicos del teatro Loncco en Arequipa”
Nilo Cruz Cuentas, Asociación AQP Cultural, Arequipa

Moderador: Antonio Quispe, TeatroInfinito Por Ciento/Revista TiempoEscena.
*Conversatorio*

MIÉRCOLES 02 DE JULIO
6.00 pm. MESA 6: HISTORIOGRAFÍAS TEATRALES Y PERFORMATIVAS

“Campos de Batallas I: el Teatro peruano en la Guerra del Pacífico”
Rubén Quiroz Ávila, Universidad Científica del Sur, Lima

"Propuesta de una periodización del teatro peruano contemporáneo"
Santiago Soberón, Asociación Peruano de Crítica e Investigación Teatral, Lima

Moderador: Beto Romero, Escuela Nacional Superior de Arte Dramático
*Conversatorio*
7.00 pm. MESA 4: TEATRO Y PEDAGOGÍA, PEDAGOGIA DEL TEATRO

“El Proyecto Escuela de Cuatrotablas”
Mario Delgado Vásquez, AIA Cuatrotablas, Lima

“Teatro y comprensión lectora en Educación inicial y primaria”
Luis Orna Vega, Taller de Arte Cajaylu, Pasco

“Arts Literacy, una propuesta para mejorar habilidades de lectura y escritura a través de artes performativas”
Nelly Pilares, University of Minnesota, Twin Cities

“Teatro y Educación en las sociedades en vías de desarrollo “
Percy Encinas Carranza, Universidad Científica del Sur, Lima

Moderador: Luis Kanashiro, Asociación Peruano Japonesa
*Conversatorio*

8.30 pm MESA 5: TEATRO Y PERFORMATIVIDAD EN LOS MUNDOS ANDINO Y AMAZONICO

“Aproximaciones a la teatralidad de la Fiesta de la Virgen del Carmen de Paucartambo”
Roberto Sánchez-Piérola Vega , Teatro Cuer2/Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima

“¿Existe performance en el Perú?”
Jesús Alegría Argomedo, Danza Sur, Puno

“Performatividad alternativa y giro descolonial en el teatro independiente peruano”
Carlos Vargas Salgado, University of Minnesota, Twin Cities

Moderadora: Nelly Pilares, University of Minnesota
*Conversatorio*

JUEVES 03 DE JULIO
6.00 MESA 3: TEATRO Y PERFORMANCE DE INTERVENCION SOCIAL
“La generación post guerra civil terrorista. Lo simbólico como poder político. Reconstrucción de idearios en los escombros del Muro y las Torres”

Christian Franco, Biotejido Teatro Loco A.S., Lima

"Prometeo el fuego que alienta y resiste: Expresiones artístico-culturales urbanas frente al poder hegemónico”
Mary Soto, Revista Textos de Teatro Peruano, Lima

“Videoperformance: Entre el registro de la acción y el videoarte”
Maritza Castañeda, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima

Moderador: Carlos Vargas Salgado, University of Minnesota
*Conversatorio*

7.30 pm. MESA 7: SISTEMAS TEATRALES EN EL PERU
“¿Son posibles nuevos paradigmas para explicar la experiencia del Teatro en el Perú?”
Daisy Sánchez Bravo, Universidad César Vallejo, Lima

“Recuerdos del Futuro: Trayectoria, límites y necesidad de un teatro épico-popular en el Perú”
Javier Garvich, Revista Peruana de Literatura, Lima

“Movimientos del Teatro Peruano de hoy: Proyectos y vínculos en laberintos que se recomponen.
Visiones desde la experiencia de un proyecto limeño independiente”.
Antonio Quispe, Teatro Infinito Por Ciento/Revista TiempoEscena, Lima
*Conversatorio*

8.45 pm.MESA 7: CONTINUACION
“Teatro y medios. Los problemas para informar y promocionar las artes
escénicas. Una visión desde el periodismo”
Ernesto Carlín Gereda, Diario El Peruano

"Dificultades y Aciertos de la Política Cultural en el Perú"
Jordy Valderrama, Colegio Peruano Británico, Lima

Moderadora: Ivone Barriga, U. of Minnesota
*Conversatorio*

9.30- 9.45 pm. CONCLUSIONES
Carlos Vargas Salgado, Proyecto Mallki/University of Minnesota, Twin Cities

PERFORMANCE FINAL. Asociación Peruano Japonesa, Perú.




I COLOQUIO DE ESTUDIOS TEATRALES Y PERFORMATIVOS
Coordinación General: Carlos Vargas Salgado, Proyecto Mallki, memoria teatral y performativa, Dept of Spanish and Portuguese, University of Minnesota.
Asociación Peruano Japonesa, Lima: Ing. Akira Yamashiro, Director de Cultura de la APJ
Luis Kanashiro, Patricia Takeda.
Apoyo: Ivone Barriga (U. of Minnesota), Beto Romero (Teatro de la Resistencia/ENSAD), Nelly Pilares (Aviñón Teatro/University of Minnesota), Antonio Quispe (Infinito

lunes, 16 de junio de 2008

"Los número seis" y la imposibilidad de hablar


Han pasado algunos días desde mi llegada al Perú, y como siempre tengo ya conmigo un aluvión de imágenes, frases que resuenan, información que me tomará meses procesar. Por el momento puedo contarles que las primeras obras teatrales que vi en Lima fueron, como siempre, puestas dedicadas a los niños. (La primera razón es simple, tengo una niña de casi cinco años; la segunda es que como verán, las obras para niños suelen revelar con menos censura lo que una comunidad quiere decir a sus hijos, las lecciones de la vida como intentaré demostrar en otro post).

Pero entre las obras para adultos, me interesa hablarles ahora de "Los número seis", escrita por Gino Luque Begredal (1979), obra ganadora del Concurso de Dramaturgia del Centro Peruano Británico de Lima, una de las instituciones culturales de mayor actividad en la capital peruana. Y me interesa hablar de ella, no solo porque se trata de un proyecto de renovación del corpus dramatúrgico nacional, sino especialmente porque la obra mencionada bordea el tema de la memoria y la violencia política vivida por Perú desde 1980. Tema álgido, complicado y muchas veces silenciado, que está para mi gusto aún en el brasero de los debates políticos, porque, hay que decirlo, muchos de los implicados todavía juegan en el espectro político nacional.
Tal vez por ello, desde el comienzo, la opción de Luque ha sido instalarse fuera de contextos históricos concretos, jugando con los códigos dramatúrgicos que lo acercan al absurdismo (especialmente, en mi lectura, a Adamov o Ionesco, o a esos paisajes políticos que se puede inducir de los relatos de Orwell). En un país extraño y un Estado sinsentido, una mujer que ha sido atacada debe tratar de identificar a su agresor. Ese agresor es cualquiera, un número, un seis, uno de entre muchos. Después de todo, no importa demasiado identificar al agresor, sino sobre todo demostrar quiénes fueron las víctimas, o dicho de otro modo, vale más construir un culpable antes que hallar las causas de la culpabilidad. Hallar un culpable, libera a los potenciales sospechosos.
Si la propuesta inicial es estimulante (es lo que sentí los primeros minutos de la obra), luego el lenguaje elegido somete la trama a vueltas de tuerca que destacan ya no lo absurdo de la situación violenta inicial y de su consiguiente represión, sino la inconsistencia del discurso verbal para reconstruirlo. En ese momento probablemente comienza la lectura que más me interesó hacer de Los número seis, la de la imposibilidad de tratar todavía de viva voz el asunto de la violencia peuana de décadas precedentes, y articular una repsuesta; y paradójicamente, se diluyó en mi opinión la posible fuerza de la pieza. En algún punto, el juego de metaforización y remetaforización llega a aplanar la sensación de realidad, y hace perder a la audiencia en un calabozo oscuro en que uno se siente atacado, sin saber de dónde ni cómo. Muchas de estas sensaciones personales, he de decirlo, me vinieron también del lenguaje de la puesta (vestuarios de los 60´s, música popular, cierto engolamiento para el fraseo) que transmiten director y actores, acentuando la sensación de irrealidad de hechos que todos lo sabemos, fueron tan reales como las personas que los sufrieron.
¿Ha perdido sentido elaborar discursos sobre la violencia, como parecen sugerir los productores de la obra? ¿Es la violencia una fatalidad sometida al azar de los poderes políticos, militares o ideológicos? Mi impresión (mi deseo) es que no, mi percepción de los hechos violentos peruanos (ese barril sin fondo en que aún no vemos claro, pero que tendremos que enfrentar) no es que los discursos hayan perdido sentido. Eso sería como condenar al hombre a la nada, argumentando que el lenguaje es solo convencionalidad; ese es el paso en falso de la racionalidad occidental, como lo ha llamado Schwartz.
Creo que no es el discurso mismo el que se ha vaciado, sino el lugar de enunciación del discurso, o sea, cierta perspectiva sobre el mundo, sobre el Perú, es el que ha sido obligado a moverse hacia territorios insospechados. Es el discurso de la peruanidad anterior a la violencia el que se ha llenado de palabras sin rostro: ese es nuestro callejón oscuro actual. Y esa imposibilidad (transitoria) de procesar nuestra propia memoria es lo que asemeja un abismo, una obra de teatro del absurdo. Pero estoy seguro que aún hay muchos más discursos por ser escuchados, discursos alternativos, especialmente en poblaciones directamente afectadas por la violencia, a los que podremos acudir luego, ahora que esta tendencia a la mudez que tenemos productores y público empieza lentamente a retroceder.

**Aquí encontrarán un video de Los Número Seis, y los que se encuentren en Lima, por supuesto, pueden verla en su Temporada del Tearo Británico de Miraflores.