domingo, 9 de marzo de 2008
El evangelio según Fo
En una entrevista a Dario Fo que hace Rosa Torres en El País de hoy, el Nobel italiano hace su propia lección de las destrezas escénicas de Jesucristo, y de la historia de la Iglesia. Preparándose para Pascuas, ahí va mi selección de la entrevista aparecida en el diario español. (Si quieren ver la entrevista entera, ir aquí. Si quieren conocer el Blog de Dario Fo, ir allí).
P. ¿Sigue pensando que las revoluciones siempre empiezan bien y acaban fatal?
R. No hay más que mirar hacia la historia. Pienso en el cristianismo, sus significados, sus fines..., y miro al Papa. ¿Pero qué tiene que ver ese señor con el pensamiento de Cristo? ¡Si no hace nada!, ni él ni sus cardenales, el clero es una gran masa de poder y Jesús sólo habló del poder del amor. ¡No hay más que ver a los obispos españoles, pidiendo el voto para la derecha! Encima son políticamente reaccionarios. Justo lo contrario que Cristo.
P. ¿Por qué cree que ocurre?
R. Fue a raíz de un hecho que no se recuerda. En el siglo III, Constantino vio que el cristianismo adquiría importancia. Como la religión pagana no resolvía los problemas, ofrece al cristianismo ser la religión del imperio y los obispos se hacen con el derecho de no pagar tasas, ni impuestos de sucesión, ni tributos, cosas que existían en la jurisdicción romana. Tenían el poder del espíritu y desde entonces el poder material, sin olvidar que se hicieron con propiedades por toda Europa gracias a un documento, supuestamente escrito por Constantino en su lecho de muerte, que se demostró después que era falso.
***
P. ¿Siendo usted un ateo convicto y confeso no deja de ser curiosa esa pasión, convertida en auténtica investigación, sobre Jesucristo, los Evangelios, san Francisco, la Iglesia?
R. Jesús era un gran hombre de teatro, de increíble verbo y gran sentido de la organización de las historias que contaba; planteaba espacialmente sus discursos utilizando los declives del terreno, de manera que hablaba sin forzar mucho la voz a cinco o diez mil personas. ¡Qué sentido del escenario!
P. ¿Con las técnicas usadas por los griegos para sus teatros?
R. Exacto. Y se enfrentaba a la necesidad de tener que improvisar, no todos los que iban estaban de acuerdo, había provocadores, y él jamás les echaba, trataba de integrarles. Parece ser que lo hacía con envolventes en las que no faltaban elementos cómicos y situaciones grotescas, tenía esa gran habilidad, como san Francisco, hacían discursos limados y pulidos.
P. ¿Eso se desprende de la lectura de los Evangelios?
R. En los Apócrifos se ve claramente que buscaba diálogos, creaba atmósferas, réplicas con sus discípulos..., se intuyen muchas cosas si se leen con atención y se descubre que aquello sólo podía funcionar si se escenificaba, con actores y con situaciones colectivas y corales. ¡Eso es el teatro!
P. ¿No había improvisación?
R. Nada se dejaba a la casualidad. La misma anécdota se contaba en sitios diferentes, como demuestran varios testimonios, era un espectáculo en gira; estuvo tres años de tournée en una zona geográfica enorme. En teatro no se improvisa, hay que respetar unas reglas y él lo hacía.
*Foto hecha por Bernardo Pérez
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