lunes, 31 de diciembre de 2007

Deseos de nuevo año

Inicia el 2008 y quiero, primero que nada, saludarlos y agradecerles por darse el tiempecito de seguir este Blog en varias partes de este loco mundo (como muestra el mapita de abajo).

Y luego deseo invitarlos a compartir unas líneas sobre lo que más expectativa les genera en el teatro del Perú, o en el teatro en general, para el año que corre desde ahora.
Yo creo que el 2008 será un año por demás interesante, sobre todo por el trabajo creativo de montones de actores, autores, directores y grupos en todo el país, con una dimensión tan extraordinaria que hacen nuestro teatro realmente especial en todo el mundo.

Pero en este post deseo concentrarme solo en una muestra muy pequeña de encuentros y festivales que exhiben la riqueza general del teatro nacional. Así, habrá un nuevo Encuentro Ayacucho, organizado por Cuatrotablas, y se cumplirán varias otras regionales clasificatorias a la Muestra Nacional del 2009. Estoy seguro además que los espacios más recientemente abiertos se consolidarán: el FITECA, el Festival de Acciones Escénicas, el FIETPO, el Festival Ni tan Solos, los encuentros de Anaqueronte en el Sur (Arequipa y Cusco), el Encuentro de Teatro Contemporáneo en Huancayo, y muchos más que se me escapan obviamente en este momento. Espero que el ICPNA vuelva a hacer su Muestra de Lima, y que la UCSur haga también su Encuentro en marzo, y estoy seguro que el C C de España seguirá su promoción y apoyo a muchos. También espero que las Muestras Universitarias y los festivales escolares como el Festta, Paco Yunque y El retoño, sigan dando espacio para que los más nuevos nos enseñen mucho de lo que tal vez hemos perdido los más viejos.
A nivel de dramaturgia tengo esperanza en que las ediciones de Muestra y de Tranvía continúen, lo mismo que los premios de dramaturgia como el que hizo hace un tiempo la Asoc. Muestra o la Asociación Peruano-Británica. De la misma manera ojalá tengamos más ediciones individuales o colectivas, dedicadas a recoger la riquísima experiencia de nuestros escritores para teatro. Del mismo modo que se multipliquen las ediciones críticas y de investigación, como la que sé que Mary Soto y Bruno Ortiz preparan para Textos de Teatro Peruano número 6.
Y finalmente espero que los proyectos de apoyo económico como Iberescena se prestigien y consoliden, pues marcan un importante derrotero que puede contagiar más iniciativas privadas y públicas de financiamiento, de la misma manera que ojalá de algo sirva la exoneración de impuestos que dio el Ejecutivo, al menos que sea una carga burocrática menos para los productores. Y por supuesto, espero que nuestros espacios de conexión como Peruteatro se mantengan, y que revistas como Tiempoescena y blogs como Perucritic continúen dándonos una imagen más amplia de nuestro quehacer, que las noticias vayan y vengan desde y hacia todas partes.
Para todos los colegas, un sentido saludo, y por favor, mi pedido reiterado para compartir más información que de seguro tenemos por nuestra cuenta.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Los rankings de 2007


Como quiera que los recuentos anuales han empezado a circular, comparto con ustedes algunas reflexiones sobre el sentido productivo que me inclino a otorgarles.

Para comenzar un rápido sobrevuelo: aquí va la lista que acuciosamente entregó Sergio Velarde para Perucritic, en que se mueve de manera mucho más libre por la Lima teatral que, digamos, Alonso Alegría (ver artículo), enfocado por propia voluntad en hablar de cuatro salas institucionales. Aunque de hecho, mucho más comprehensivo y detallado me parece el balance que hace Enrique Planas en Luces. Tenemos también un anónimo en Peru21, quien recuenta sentenciosamente tres trabajos. También la nota casi por cumplir que hace Caretas, y la infaltable sección que dedica al Teatro el Premio Luces de El Comercio, detrás de los reconocimientos a los chefs. Algo más curiosa fue una discusión en el Blog Puente Aéreo de G. Faverón, Lo Mejor del 2007 I (10.12.07) en que por ausencia de teatro en el Post, algunos comentaristas (Ver “comments”) se animaron a manifestar sus aficiones escénicas. Y en Peruteatro, a la fecha, creo que solo Alberto Pupo hizo una lista de sus preferencias. Cuatrotablas, quizás con mayor consistencia que otras encuestas, organiza la votación en su Blog solo entre las varias obras que el grupo produjo este año.

Bueno, lo que hace más interesantes todos estos artefactos críticos es lo poco que coinciden entre sí.

Valga decir que creo poco en los rankings en arte, como muchos de ustedes, y eso no necesariamente es porque nunca figuro en ellos. Mi argumento en contra es estadístico: los rankings se basan en opiniones de una persona, en el mejor de los casos de varias, o en una encuesta segmentada a la vez por la porción de audiencia que la responde, digamos, en un medio. Por eso, cuando esos resultados se entienden como si fueran representativos, se me ponen los pelos de punta. Porque es un error estadístico, no tienen representatividad, y referirse a esos comentarios, encuestas, reseñas como si tuvieran valor generalizable es, en buen romance, una falta a la verdad. Porque igual, si saliéramos a las calles a encuestar (operación altamente depresiva, porque lo primero que arrojarán los resultados es que el 99% de la población nos desconoce a todos por igual, desde los que actúan en el Plaza Isil hasta el elenco de teatro más nuevo de, digamos, Arequipa), decía si encuestamos, el valor estará siempre condicionado al lugar, el momento, la forma de preguntar, el idioma.

Por ello precisamente, y casi contradictoriamente, vuelvo a los recuentos y los leo con interés. Son interesantes no por lo que dicen sino por lo que callan, o por las escondidas preguntas que tratan de responder. También porque me recuerdan la existencia del poder económico como fuerza que organiza incluso algo que parece tan limpio y eterno, como la vida artística. (Siempre es interesante entender que un medio de comunicación es una empresa, con dueños, capitales, y que la objetividad y la independencia son solo parte del Catecismo que inculcan a los periodistas jóvenes para ser contratados por la organización).

Tal vez, por el momento, para valorar una reseña o crítica es mejor abandonar el criterio de verdad e introducir el criterio de productividad. O sea, cuán productiva es para el trabajo que uno realiza, de qué manera provoca a pensar en lo que hago, el público que busco, o cómo mantenerme vivo. Si lo que busco es formar parte de la discusión de las 4 salas, si lo que quiero está en otro lugar o en otro momento, adonde llegan otros críticos, o adonde jamás llegan críticos. Será una operación privada de deconstrucción de la crítica, en rigor, otra operación crítica, y esa puede ser la mejor tarea inicial que un hombre pobre y libre (mejor, un hombre pobre que quiere ser libre) se puede permitir en este mundo de teatro.


**Imagen de Los Mundos de Fingerman, Gaia Teatro

viernes, 28 de diciembre de 2007

Bailando a Beckett


En el New York Theatre Workshop, se da tal vez uno de los hechos escénicos más interesantes de estos días. Interesante por lo inusual y la fama de los implicados: Mikhail Baryshnikov actúa o baila (o simplemente “performa”) cuatro piezas breves escritas por Samuel Beckett. Por si fuera poco, reúne a una directora prestigiosa como Joan Akalaitis y la música de Phillip Glass (el mismo que trabajó con Bob Wilson por años). (Ver una nota del NY Times aquí)

Ahora bien, esto de Piezas breves puede llamar a confusión, porque en verdad no se trata de típicos dramas, sino de algunos escritos llamados por el propio dramaturgo irlandés simplemente “Actos sin Palabras”, y que cuando se los lee dejan la sensación de ser anotaciones coreográficas más que literatura dramática.

El letón Baryshnikov, una de las luminarias de la danza mundial aunque infelizmente ahora más célebre por haber participado en "Sex in the City", se lanza en esta coreografía beckettiana a una empresa que cuestiona las fronteras (más imaginarias que reales) entre la danza y el teatro. El propio Beckett llamó a algunos de estos “actos”, formas de mimo o pantomima, e incluso algunas de sus indicaciones recuerdan también vagamente el arte del clown.

Como puede verse hay mucha expectativa por la puesta, y yo deseo que algún momento se les ocurra hacer una gira por aquí. Pero lo que sí podemos hacer ahora es echarle una mirada a estas raras y brevísimas maravillas que escribió Beckett, consultando la edición en español que hizo Tusquets hace varios años (con intervención de Jenaro Talens), bajo el título Pavesas, donde además está la célebre “La Última Cinta de Krapp”.

**Foto de la puesta por AP

martes, 25 de diciembre de 2007

De Chaplin a Vallejo




Se cumplen hoy 30 años de la muerte del gran Charlie Chaplin, y los homenajes han vuelto a escena. En la Página Web oficial de Carlitos pueden hallar noticias, fotos, menciones bibiográficas, etc, e incluso en Youtube se puede encontrar trozos de sus extraordinarias películas. Por mi parte solo quiero traer a cuento que el inmenso prestigio de Chaplin en la primera mitad del siglo XX, impresionó a muchos artistas de teatro en todo el mundo (recuerden la legendaria mutua admiración que se profesaron, dicen, con Bertolt Brecht), y en especial a un escritor peruano también de enorme talla: César Vallejo.

La admiración del Cholo universal por personajes como Charlot, el vagabundo al que Chaplin hizo estrella de muchas de sus cintas, no es un secreto. Vallejo le dedicó varios artículos, algunos prodigiosos como “La pasión de Charles Chaplin”, según ha enjuiciado Winston Orrillo. Otro ejemplo es este breve artículo vallejiano que recogió Mirko Lauer en su antología sobre las Polémicas Vanguardistas en el Perú, y que mantiene online el excelente proyecto de Bibliotecas Virtuales de la U. de San Marcos (ver aquí).

Cierto que poco se menciona, además, que el gran poeta peruano fue un apasionado por el teatro hacia el final de su corta vida, y que escribió para él varias obras y acaso el más ambicioso proyecto de teorización teatral que hiciera un dramaturgo latinoamericano, acercándose a lo que más complejamente plantearía Brecht. El principal estudioso de la estética teatral de Vallejo es el peruano Guido Podestá, que enseña en la U. de Wisconsin. Justamente es Podestá quien ha dedicado trabajo a estudiar un texto teatral vallejiano, lamentablemente incompleto, llamado ¨Dressing Room¨ en que el peruano hace encontrarse a Chaplin con su alter ego, Charlot.

Pero volviendo a Vallejo, las relaciones que puede hallarse con Chaplin superan lo casual, y para ello sería interesante leer lo que el gran crítico cubano Fernández Retamar escribiera en el Prólogo a las Obras Completas de Vallejo, que copio para que no se diga que me lo inventé:

“Esta poesía (vallejiana) de lo tierno y lo grotesco, que tuerce un sombrero entre las manos y sale agarrándose los pantalones, que hace reír y llorar, y reparte palmadas en las espaldas porque al cabo a todos nos ha pasado esto de estar vivos; esta poesía nos recuerda mucho (y más que a otro poeta) a un artista a quien Vallejo admiró sin reservas: Chaplin. Quizá se diga algún día que sólo en los versos de César Vallejo, sobre todo en sus Poemas humanos, el arte moderno encontró un parigual de la con­movedora saga del hombrecito del bastón, el sombrero hongo y los zapatones; de la historia del desconocido lleno de humanidad que hizo reír y llorar a grandes y chicos.(…) En los poemas de Vallejo pasan cosas: es la suya una poesía llena de temporalidad; y es una poesía dramática, en todos los sentidos: incluso en el de que en ella tiene lugar un drama. Sabemos cuál es su protagonista, porque nos es nombrado varias veces: César Vallejo. Este es al poeta homónimo lo que Charlot es a Chaplin: su personaje y su verdad, su máscara y su rostro más real. A ese prota­gonista le pasan cosas, y esas cosas, digámoslo aunque parezca melodramático, o quizá precisamente por ello, esas cosas se llaman la vida”.

Se queda uno perplejo.

Bueno, el aniversario de Chaplin me lleva a Vallejo, y Vallejo me lleva al teatro. Por eso hablando de aniversarios, el 2008 puede ser un buen pretexto para poner al autor de Santiago de Chuco en escena, especialmente porque será un año Vallejiano (70 años de su muerte), y además porque sus obras pasarán a dominio público. Es verdad que varias están en francés, pero ya han circulado dos ediciones con traducciones en Perú (1979 y 1999) ambas hechas por la PUCP, que se puede consultar.

***Ah, y esos dos magníficos apuntes gráficos se los debemos a mi gran amigo el reconocido caricaturista Omar Zevallos. Pueden ver más de su trabajo en: http://omarzevallos.blogspot.com

domingo, 23 de diciembre de 2007

Wikiidea navideña


Todo el mundo sabe que nuestro teatro requiere acrecentar la información que tiene sobre sí mismo, registrar mejor lo que pasa con una actividad que refleja como pocas la heterogeneidad nacional. En verdad nuestro canon teatral (aquellos productos o personas que consideramos centrales en nuestra actividad) tal vez tiene que ponerse un tiempo de lado mientras recuperamos nuestra completa memoria teatral. Tenemos que desmarcarnos de las deficiencias que un sistema social de privilegios y exclusiones provoca, y donde solo aquello que aparece en medios masivos o en producciones con mucho dinero parece representar lo nacional. Nuestros malos sistemas de distribución y consumo impiden ver bien todo lo que es bueno. Ese no es solo un problema del teatro peruano, por supuesto, sino de toda nuestra experiencia social, y tratar de solucionarlo ha sacado de quicio a montones de gente. De hecho, algunos han llegado a la conclusión de que no tiene arreglo, piña, ni modo, así es el Perú, basta de utopías.

Como soy un teatrista no me pesan las utopías, aunque prefiero pensarlas de bajo presupuesto. Y por eso en estos días de Adviento que me han trastornado un poco (¿?), quiero proponerle a todo el que quiera, unirnos a trabajar en “subir” información sobre el Teatro del Perú a la ya famosa Wikipedia, la enciclopedia online. Ustedes pueden entrar aquí, y ver que existe ya la Categoría “Teatro del Perú” y que se han creado algunos artículos, pero seguramente pensarán como yo cuando la vean, que no es ni la milésima parte de lo que somos. Entonces cualquier bien intencionado ciudadano del teatro peruano puede ahorita mismo (ver), por su cuenta, escribir sobre grupos, autores, directores, festivales, crear enlaces, en fin, ayudar a completar ese retrato, agregar datos, corregir información, proveer imágenes, etc .

Las reglas de Wikipedia son prácticas: no hay autores, y todos pueden editar a todos, y se puede usar ese material de manera libre. El estilo de escritura debe ser neutral. Tampoco el sistema de la Enciclopedia acepta todo: los artículos mal intencionados, los plagios y los elogios superlativos, son en general vetados. Es una enciclopedia gratuita de información, no un libro en que se enjuicie o valore a alguien en detrimento de los demás. (Aquí están las Reglas Básicas para escribir en Wikipedia). No hay artículos exclusivos, nadie puede evitar que otro cree un nuevo artículo, no se puede vetar a los demás. En resumen: información libre, acaso nuestro necesario primer paso. No olvidemos que Wikipedia es cada vez más importante en el mundo, y cada vez más consultada como fuente básica.

Tal vez para el próximo diciembre la categoría “Teatro del Perú” tendrá la información suficiente, y sea un simpático regalo navideño del 2008. Veremos. Mientras tanto, solo envío un abrazo a la distancia para todos los colegas.

viernes, 21 de diciembre de 2007

Santiago a mil


Las noticias de El Mercurio de Chile, (ver aquí) dan cuenta de la efervescencia teatral que, como es común, invadirá el enero santiaguino a través de uno de sus festivales más interesantes, el llamado Santiago a mil (antes Teatro a mil), cuya página principal pueden consultar en este enlace. Es interesante echarle una miradita a lo que nuestro lejano vecino hace, y luego pensar en nuestra propia realidad.

Este Festival puede llegar a ser paradigmático respecto a los cambios que una iniciativa de teatristas puede tener en un ambiente de desarrollo galopante de la producción teatral. En solo 14 años, el Teatro a mil ha pasado a convertirse en referencia obligada de la enorme oferta estival que tiene la Capital chilena. Sin embargo, también ha dejado de ser aquel revolucionario encuentro que iniciaron gente como Andrés Pérez (Gran circo Teatro), para ir de la mano de Romero y Campbell, productores integrantes de la Red Latinoamericana de productores (redlat.org), hasta ser un gran Festival de aliento internacional. Ahora hay varias ciudades implicadas y aunque suele pagarse (ya no los legendarios Mil pesos que dieron su nombre al Festival original, sino mucho más), también hay muchas funciones gratuitas. Su público estimado del último verano fue: ¡un millón de espectadores!!!

Y la verdad es que la oferta ha sido siempre interesante en estos años. Los chilenos han podido ver en este encuentro puestas de Astrid Hadad, Pina Bausch (miles de chilenos han visto Pina Bausch gratis, sí), Peter Brook, entre varias otras luminarias. Este 2008 el invitado especial es el Piccolo Teatro de Milano. Sin embargo, a diferencia de otros encuentros que se arrogan la condición de internacionales, el Santiago a mil ha creado un sistema para elegir obligatoriamente obras chilenas (vean la selección de este año), y homenajes e intercambios que benefician de manera real a la difusión de sus autores y directores locales. Lo hicieron con Juan Radrigán, por ejemplo, mi autor chileno favorito, hasta promover puestas internacionales del célebre autor de “El loco y la triste” en Francia y Eslovenia. En el intercambio con el extranjero, los chilenos no parecen padecer de anatopismo cultural, y exhiben sus productos teatrales, y su gente, junto a los extranjeros mientras protegen lo nacional. Eso hace singular este enorme encuentro.

Por supuesto cada quien puede sacar sus moralejas sobre la vida cultural de otro país, pero las mías son específicas (y contradictorias, como siempre): Primera: todo lo que puede suceder con iniciativas culturales de objetivo popular, cuando llegan a las manos de productores profesionales. Pero además, todo lo que se pierde de auténtico interés contestatario en el proceso, para ceder paso a grandes publicidades de las empresas que auspician. Es de todas maneras, una experiencia cercana a tener en cuenta.

**Foto: La Negra Ester, Gran Circo teatro, dir. A. Pérez.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

Teatro "online"

Hace varios años, el director español Ricard Salvat decía con entusiasmo, en su libro El Teatro como texto, como espectáculo, que las nuevas tecnologías empezarían a hacer obsoleta la tradición de fijar una representación escénica a través de un texto dramático. Si eso sucede, seguro será plenamente evidente solo en el futuro, imagino, pero creo que ha empezado ya a mostrar sus señales a través de la enorme cantidad de videotecas de obras representadas que hay por todo el mundo. Por supuesto, este sistema seguirá teniendo otro problema: el acceso limitado.
Por eso, si algo va a cambiar para siempre el asunto de la memoria performativa, creo que eso será la puesta en circulación de videotecas digitales de teatro y performance online. Y eso ya puede empezar a rastrearse a traves de la red, en muchos idiomas. Para no hacerla larga aquí les van tres enlaces con videos para revisar online: el Archivo Virtual de las Artes Escénicas de la U. Castilla La Mancha (véanlo aquí), donde además hay artículos de teoría y estética; la página mexicana Performancelogía, enfocada prioritariamente en performance (ver en este enlace), y la que será cuando se termine de subir, estoy seguro, la más ambiciosa videoteca online del futuro, el proyecto de Diana Taylor de la New York University en el Instituto Hemisférico de Performance y Política (verlo aquí). Si se animan a quemarse las pestañas viendo el material, hallarán más de una sorpresa nacional.

martes, 18 de diciembre de 2007

Muestra Nacional: "y sin embargo se mueve"

La Muestra Nacional de Teatro Peruano vuelve a echarse a andar a través de dos de sus respectivas Muestras Regionales (Sur y Centro) clasificatorias y eso, por supuesto, es una noticia de primer orden, porque todavía se trata del encuentro teatral más importante en nuestro país.
Y antes de que una parte de nosotros se ponga en guardia por lo que acabo de decir (trataré de argumentar mi afirmación luego), déjenme primero dar unos datos sobre dichas regionales. La Regional Centro se llevó a cabo en Cerro de Pasco (Dic. 12 al 16), como ha informado Tomás Temoche (Presidente colegiado del MOTIN**) a través de Peruteatro, y ha clasificado colectivos de primer orden para nuestro teatro como Barricada y Expresión, ambos de Huancayo, dos grupos representativos de Huánuco, Sobretablas y Colombina, y un nuevo proyecto llamado Instintos, además del organizador, Cobrizo Minero de Cerro de Pasco. Es extraordinario el número de grupos participantes, dieciséis, lo que muestra el interés que genera el evento en la Región centro, la que puede ufanarse de contar con la presencia de figuras por demás interesantes como María Teresa Zúñiga, Eduardo Valentín, Jorge Miranda, Digna Buitrón, Edilberto Sacha y varios otros, así como de grupos emergentes que seguramente pueden aprovechar el intercambio puesto que ya han gestado una tradición.
La Regional Sur (Dic. 13 al 16), a la que me unen obvias nostalgias, la organizó esta vez Teatro del Sueño, una nueva agrupación arequipeña, y presentó catorce espectáculos, de Tacna, Puno y Arequipa, y grupos invitados de Trujillo, Bolivia y Chile. Los teatristas interesantes de esta región también son muchos, pero me alegra pensar que la Nacional verá volver al dramaturgo y actor Edgar Pérez y su grupo Rayku, y a Roberto Palza, Deciertopicante, ambos proyectos venidos de la reemergente Tacna, una ciudad de larga tradición teatral. Los arequipeños se verán representados esta vez por Futuro de Miguel Del Carpio (quien es el actor que mayor número de puestas ha hecho en la Ciudad caudillo), e Ilusiones que dirige la siempre vanguardista Lilia Rodríguez, al frente de un grupo fundamental en la evolución del teatro arequipeño desde los 90. Hay una entrevista de TV a Richard Acero, organizador, sobre la Regional sur en la página de AQP Cultural, que encuentran aquí (abajo a la derecha).

Ahora diré brevemente mis razones centrales para "piropear" a la Muestra Nacional, y ver si de allí comenzamos a conversar. Probablemente es difícil imaginar que un encuentro teatral que tiene algunas veces deficiencias organizativas, dilaciones y desorden sea para este relator el encuentro más importante. Mis razones son sencillas: la Muestra es singular en el mundo, uno de esos productos de bandera que los peruanos con descuidada genialidad andamos creando y dejando libres para la Historia. Es un encuentro no competitivo, generado por un compromiso con el trabajo artístico, incluso por encima de la parciales formas de entender el arte que tiene cada quien. Se sostiene sin el Estado (vamos, como casi todo lo valioso del Perú), no es un proyecto avalado o "managereado" (perdonen el anglicismo) por una Empresa educativa, nacional, binacional o transnacional. Está hecho por y para los propios teatristas, y recorre toda la nación, albergando incluso a aquellos que luego abandonarán la actividad. Sus reglas existen, a través de los reglamentos que aprobó y mantiene el MOTIN Perú, pero también se deja espacio libre a la decisión ocasional, léase, a la decisión más práctica. Y es por eso mismo, por encima (o por debajo) de todas sus falencias, el espacio más plural que los peruanos teatristas hemos podido mantener, el único que suple el vacío de una política de incentivos para teatristas jóvenes, o para teatristas de zonas no favorecidas, y por supuesto, para teatristas de diferentes ciudades de la República (entre estas otras "ciudades" también incluyamos de una buena vez, los teatros de los conos y distritos periféricos de Lima, esencialmente diferentes del teatro típico de la Ciudad de los Reyes).
Y por si esto fuera poco, como dice la canción, la Muestra es constante, aún no ha muerto, es casi siempre bienal, recoge seleccionados de seis regiones y le deja a cada una la posibilidad de mostrar su propia voz, sin dejarse intimidar por los mayores recursos, sin dejarse apañalar por el paternalismo. Y lleva 33 años bien vividos, y ha sido matriz de donde emergieron muchos, por donde pasaron casi todos, al menos la mayor parte, de los desquiciados que se han tomado el teatro en serio. Ha sido hogar sin ambages para el teatro popular y el teatro de vanguardia, para el teatro de grupo, para el teatro político, para el teatro indígena. Y no tiene dueños, ni siquiera quienes por un tiempo creen que lo son.
No soy de los que considera que es la única iniciativa que tiene derecho a existir: esa es una idea nazi aunque se disfrace de reivindicación social o cultural. ¡Necesitamos todas! No creo tampoco que sea maravillosa, la Muestra mantiene montones de problemas, lo digo otra vez. Pero es lo más cercano a un espacio público, común, que tenemos, y mientras no seamos capaces de dar un salto dialéctico para enterrarla de una buena vez por algo mejor, será ella la llamada a recibir a todas las voces.
Pienso que algo de esencial en nuestro sentir debe de tener la Muestra, algo que tiene que ver con el inconsciente colectivo, con esa estructura de Fiesta andina transmigrada, tal vez.
No sé la razón de su movimiento, pero todavía se mueve.

(Hay una muy buena página de la última Muestra Nacional, Cajamarca 2007, organizada por Algovipasa´r, en este link.)

**Los otros Presidentes del MOTIN son Mario Delgado, Roger Sáenz y Eduardo Valentín.

lunes, 17 de diciembre de 2007

El Chivo y la teoría de la recepción


Con cierta curiosidad leí en la prensa de este domingo dos notas sobre la puesta de La Fiesta del Chivo en el Teatro Británico. Digo curiosidad, pues la primera es una contundente y breve sentencia de muerte a la obra, por parte de Alonso Alegría en su sección de Palmas y Palos de Peru21 : "una adaptación elemental y una dirección ingenua y exhibicionista desactivan el interés que tiene la gran novela de Vargas Llosa. Perdible". Mientras que la otra aparece en el diario-patriarca de la misma empresa, El Comercio, y es una extensa nota en la que se da cuenta de un Vargas Llosa entusiasmado precisamente por la naturaleza de esa adaptación ( y la excelente actuación de Alberto Ísola), después de haber asistido a la presentación.
Para completar la historia, recordemos que Alegría había deshecho la puesta ya en un comentario de Octubre (que pueden ver aquí), más o menos atacando como débiles los mismos puntos que ahora el autor de la novela original destaca como interesantes: la singular lectura que había hecho el director colombiano Jorge Alí Triana, y su relación cercana con el espíritu original de la novela. (Por cierto que Alegría pone en tela de juicio la calidad del director y la importancia de su experiencia en los EEUU, y allí creo que es mejor echar una mirada a la página de El Repertorio Español de NYC, para que cada uno juzgue por su cuenta el tipo de trabajo que Alí Triana realiza)
Hasta aquí el caso se puede terminar apelando al fácil cliché de que "en gustos y colores...". Pero me interesa mencionarlo como caso modelo de cómo la supuesta objetividad de las apreciaciones no es tal, sino más bien un juego dinámico de intereses, expectativas y deseos realizados o truncos. Porque, por ejemplo, podríamos inicialmente preguntarnos si acaso el autor de la novela adaptada tiene más derecho a encontrar fidedigna una versión que un crítico, aunque éste sea un ultraespecializado, como en este caso, en dramaturgia. De igual modo, podríamos preguntarnos si acaso el Vargas Llosa dramaturgo tiene la solvencia técnica para reconocer cuándo un texto es realmente poderoso en escena, visto que a varias de sus obras dramáticas parece precisamente faltarles ese elemento.

Fuera de esto queda el reclamo de Alegría respecto al tono inadecuado para tratar el tema de la dictadura, en la adaptación de Triana, y su censura a la mala representación de Trujillo como "un dictador de opereta, cubierto de entorchados, coronado por plumífero sombrero de tres picos, gesticulando y engolándose en la forma más tiránicamente predecible. ¿Cómo se vestía Hitler, por el amor de Dios?". (Bueno, digo yo, Hitler fue entrenado por un actor como seguramente saben, pero ese no es el cuento). En su esquina Vargas Llosa repara: "la verdad es que estoy muy entusiasmado con esta versión en la que se destaca el elemento de farsa, el elemento de exageración, de circo". Interesante oposición, ¿no?
En fin, que la cosa puede ser largamente debatible.
Por mi parte, perdonen mi huachafería, creo que una inserción muy breve en la llamada teoría de la recepción sería de ayuda. O sea, tratar de comprender los horizontes de expectativas de todos, escritores, adaptadores, público que recibe. Comprender los móviles, y a la vez cuán dinámica es la percepción de una obra, debido a la movilidad natural que tiene el sentido en función de la perspectiva desde donde se lee, o se aprecia, la obra.
No es pues la misma cosa vivir la dictadura que escribir sobre ella. A los Dominicanos no les hizo mucha gracia la versión tan ajena que Vargas Llosa hizo de su historia, ni los estereotipos que usó sobre el Caribe. De la misma manera que no es lo mismo vivir la dictadura de Odría, siendo un chiquillo como en el caso de Vargas Llosa (y de Alegría por cierto), que atacar desde el extranjero una dictadura como la de Fujimori que empezó después de unas elecciones que curiosamente Vargas Llosa, el político, no pudo ganar. Mientras Vargas Llosa vivía en el extranjero su trinchera dorada, muchos otros peruanos, Alegría entre ellos, estaban de pies y manos en una realidad en que moverse hacia un lado o hacia el otro era entendido como postura ideológica, y donde hablar de dictadura resultaba en su momento al menos arriesgado. Por supuesto hoy no, hoy ya todos los que fueron y los que no, pueden rasgarse bien fuerte las vestiduras y decir muera toda forma de dictadura.
Y por supuesto tampoco es la misma cosa estar en NYC revisitando los estereotipos que los gringos machacan sobre la "tendencia dictatorial de los latinoamericanos", desde un teatro "étnico", y luego venir a contarle a una audiencia distinta sobre la apariencia clownesca del dictador. No necesitan hacerlo porque estas mañanas el performer estrella de la payasada criminal, Fujimori, se presenta en señal casi abierta y no hay que pagar 30 soles en el Británico .
Ahora bien, imagino que a Vargas Llosa le puede seguir interesando que se compren sus novelas en las cientos (¿o miles?) de universidades que enseñan español en la unión americana, entonces no importa si la versión que las publicita lo traiciona un poco.
De la misma manera que a los teatristas peruanos nos debe quedar la duda de si el TLC económico ha empezado ya a traer aparejado un TLC teatral que permita que los grandes capitales teatrales lleguen, vendan, y se vayan, y de paso desnuden la realidad de que nuestras grandes producciones nacionales están, en cuanto a cantidad de dinero, dinero solo hablo de dinero, al nivel de los teatros "non-profit" medianos de una ciudad teatral monstruosamente más grande y desarrollada que Lima.
En fin que la cosa da para mucho.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Aquí no (siempre) hay Broadway: Gómez Peña


Parafraseo el título de aquel excelente trabajo de Jaime Lema, para hablar de cómo el estereotipo del teatro norteamericano como suntuoso e industrializado, se quiebra con facilidad viendo el trabajo de numerosos performers. Uno sobre todo me ha llamado la atención en este corto tiempo, por evidentes cuestiones culturales: el mexico-americano Guillermo Gómez Peña. El suyo no es un proyecto teatral, en el sentido clásico del término, sino de performance política y cultural, que usando muchos elementos de las convenciones teatrales (escenarios, representación, audiencia reunida) logra desestructurar la experiencia mimética y entablar relaciones primarias (físicas y energeticas) con su público. En esto Gómez Peña es tributario del happening (tan usado en los EEUU desde los 60), pero lo que saca del cuadro típico su propuesta es que Gómez Peña habla de las interrelaciones difíciles entre mexicanos y americanos, desde la experiencia de la doble cultura. En Border Brujo (1990), usando elementos de la devoción popular mexicana, se da maña para enrostrar la doble moralidad norteamericana en el asunto de la frontera. Siguió con el tema en El Naftazteca: Cyber Aztec TV for 2000 AD (1994), usando su formación de linguista para crear un lenguaje intermedio, suficientemente comprensible, y a la vez, suficientemente oscuro para destacar la incomprensión entre mundos culturales. Pero tal vez una de las cosas más sonadas de Gómez Peña fue una performance titulada Couple in the cage (en la foto), iniciada en 1992, en la cual él y Coco Fusco (algo sobre ella está aquí), una artista visual y profesora de universidad, se disfrazaban de supuestos indígenas caribeños, recién descubiertos en estado salvaje, y eran exhibidos en una jaula en algunos de los mejores museos de los EEUU. A Minneapolis de hecho llegó al Walker Art Center, y causó enorme revuelo. En los videos de la época se observa gente indignada quejándose al Departamento de Salud, porque no sabían si esas especies eran peligrosas o no (sic). La performance fue un boom, y catapultó la imagen provocadora de Gómez Peña y de Fusco, convirtiéndose en celebridades de la performance política, algo que en mi opinión les quitó su verdadero potencial. Pero así es por aquí, cuando algo es realmente provocador, impactante y crítico del sistema, o simplemente escandaliza, en seguida se vuelve mercancía o crea su propio mercado.
Pueden ver pequeños videos de Gómez Peña en youtube. Y la página de su último trabajo, Gómez Peña y la Pocha Nostra, la encuentran aquí.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Libros de Teatro 2007


No necesito decir que la verdadera naturaleza de nuestra profesión es el hecho escénico mismo. Pero es también interesante hablar de publicaciones que, por referirse al teatro como objetivo, o como objeto de estudio, pueden enriquecer la práctica escénica misma. De ese modo arriesgo algunas opiniones acerca de publicaciones que creo yo, han sido importantes para el teatro peruano del 2007. He tratado de inventarme unas "categorías", para ver si así la información que alcanzo resulta más clara, y para ver si podemos juntos plantear la consideración de nuevas otras publicaciones que completen la de por sí fragmentada memoria de nuestro teatro. (He incluido textos publicados en diciembre de 2006, pues básicamente circularon en este año)

DRAMATURGIA
En principio, me parece que la presencia de dos proyectos editoriales permanentes como son la Revista Muestra que dirige la Asociación cultural del mismo nombre, y Ubú que gestionan Tranvía Editores e Infinito por ciento, mantienen muy en alto el interés por la nueva producción dramática nacional. También este año 2007 vieron la luz dos otros libros de dramaturgia, uno editado por Brugas, Aquí esta mi corazón con textos teatrales y guiones de Daisy Sánchez, Jorge Sarmiento, Gastón Herrera y el propio Bruno Ortiz; y Luna llena, cuatro textos teatrales escritos por el multifacético y premiado teatrista Miguel Almeyda.

Pero a nivel de libros individuales que recogen en particular obras ya puestas en un buen número de años, también merecen atención:

.Siete Obras de Teatro de Sara Joffré, UIGV ( dic. 2006)
.Salidas de emergencia de César De María, Solar edits.
. Los años previos de Edgar Pérez Bedregal, Gobierno Regional de Tacna


ANTOLOGÍAS TEMÁTICAS-OBRAS COMPLETAS
. Dramaturgia de la Historia del Perú, Roberto Ángeles (ed.) (Dic. 2006)
. Teatro completo. Crítica teatral. El espejo de mi tierra, de Felipe Pardo y Aliaga, PUCP

POÉTICAS TEATRALES
En esta sección es difícil hallar mucho en cualquier país o idioma, pero entre nosotros vamos varios años recibiendo entregas de artistas que se animan a plantear por escrito las bases de su experiencia artística. Lo destacable de este año es, evidentemente,

El cuerpo ausente de Miguel Rubio (dic. 2006)

CRÍTICA, HISTORIA e INVESTIGACIÓN
(creo que se declara desierto, o si no, por favor, corríjanme inmediatamente!!!)

Pequeño concurso


¿Quién es este sujeto circunspecto que aparece en la foto?
Allí van las ayudas: acaba de ser incluido en la prestigiosa colección La Pleiade, en Francia, una colección que recoge obras de autores que los críticos franceses consideran, una vez más, patrimonio de su cultura. Es un dramaturgo, y ha sido traducido numerosas veces al español. Es más estoy seguro que más de uno lo ha leído, y puesto en escena sus obras, al menos soñado con hacerlo. En especial su maravillosa (aunque muy pesimista), Antígona. Sus críticos dicen que tenía la lucidez de un Moliere moderno.
Se abre el concurso, bueno, no puedo ofrecer premio...

miércoles, 12 de diciembre de 2007

El Guthrie y el frío




Probablemente lo primero que uno escucha decir sobre Minneapolis y su ciudad gemela, Saint Paul, es que ellas padecen un frío descomunal cada invierno. Y no son exageraciones (esta tarde hizo calorcito, y la temperatura subió a -7 grados celsius). Eso, decía, es lo primero que todos mencionan. Pero la segunda imagen ligada a las Twin Cities la provee un Teatro, sí como lo oyen, una Compañía teatral famosísima en toda la nación y responsable de que no pocos turistas se animen a venir hasta la helada región solo para conocerlo. Ese teatro es el Guthrie.
Fundado por Sir Tyrone Guthrie, el teatro ha sido descrito numerosas veces como el equivalente más cercano que tiene los EEUU de un Teatro público de estilo europeo. El Guthrie posee un edificio que impresiona nomás de verlo, cerca del West Bank del río Mississipi. Posee cinco salas, de diferentes estilos (frontal, isabelino, circular, teatro-estudio), inmensos cafés, salas de conferencias y de exposiciones, y las enormes fotos en el frontispicio que recuerdan a O´Neill, a Chejov, a Williams. Es un teatro algo conservador, cierto, sus repertorios son básicamente clásicos modernos, como pueden estar viendo ya en su página web, pero además hay varios festivales de primeras audiciones para novísimos auotres, o de obras que primero fueron al Festival Fringe (algo así como nuestra Muestra Nacional), además de trabajar siempre en colaboración con grupos y compañías del resto de la región. Por supuesto sus precios suelen ser altísimos, como todo el teatro por aquí, pero varias veces vale la pena pues además traen compañías como el Piccolo de Milán o el Royal Shakespeare, que de otro modo no se podría ver.
Dos moralejas del Guthrie, al menos dos que siempre me vienen a la mente cuando lo pienso en relación a nuestro teatro peruano: cuán importante puede ser un Teatro para el orgullo de una región, precisamente para construir ese orgullo, y, segunda... qué maravilla de clima tenemos en el Perú!

Pinter se vende

Leo en una nota de El País (encuentran el enlace aquí) que el dramaturgo Harold Pinter, Premio Nobel 2005, acaba de vender parte de su biblioteca, con archivos y manuscritos de sus trabajos durante más de 50 años de carrera. Lo curioso es que los compradores, la Biblioteca Británica, aseveran que es una forma de "impedir" que la biblioteca sea comprada en el extranjero. De hecho esto tiene una significación particular, pues revela una realidad: la academia norteamericana ha venido adquiriendo archivos completos de grandes autores, engrosando sus ya abultadas bibliotecas. En una lucha por evitar la concentración de la documentación en manos de los EEUU, los británicos ponen a salvo lo que consideran un patrimonio nacional.
Evidentemente, desde una óptica latinoamericana, suena a chino que una Universidad o una Biblioteca pública, decidan dedicar dinero a preservar lo que es parte de su memoria colectiva, y un elemento diferenciador de su cultura, en la persona de un escritor. Pero imagínense todos los tesoros culturales que podríamos aún descubrir. Se me dirá, tal vez, ¨es que es el primer mundo, ellos tienen plata para hacerlo", pero no sé si es simplemente una cuestión de mayor cantidad de dinero, o si es más bien mayor dosis de amor propio.

martes, 11 de diciembre de 2007

Las cinco mejores puestas del 2007


Para mí lo mejor del 2007 fue... volver al Perú, volver a ver a mis colegas, encontrar a tanta gente de teatro. Pero por supuesto, para aquellos de ustedes que han estado viviendo el día con día, este post es una invitación para comentar las cinco (por dar algún número) puestas que marcaron su consciencia en este año. Desde luego no pido que otorguen el Toni (o la Antonieta en nuestro caso), sino que se animen a compartir unas líneas respecto a qué experiencias como espectadores se les han grabado profundamente.
Yo diré, para comenzar, que al quedarme solo un par de meses y haber estado solo en tres ciudades, Lima, Cusco y Arequipa, no tuve mucho para elegir, pero aquí va lo que me marcó:
Ver el Ofelia no debe morir de Jutta Linz y Mario Delgado, a 60 cm. de distancia, en la casa de Cuatrotablas, y comprender por qué lenguaje y memoria son vías de sanación de la a veces cruel experiencia humana.
Asistir al CCPUCP para ver Aventuras en los Andes mágicos, espectáculo de Puckllay basado en un texto de Oscar Colchado, y puesto en escena con niños de Carabayllo , llevando adelante una obra extensa y mágica, en el mejor sentido de la palabra, escrita por alguien (Colchado) a quien deberíamos convencer de una vez para unirse a la experiencia dramatúrgica.
Volver a ver las Mal-criadas de Diego La Hoz en el ICPNA de Miraflores, aunque extrañé un poco la versión más heavy que tenían antes, pero siempre es una experiencia mayor ver a estos actores desplegarse, en especial a Pold Gastello.
Encontrarme en el Cusco, de sorpresa, con un inacabable Edgard Guillén haciendo su Fausto, que vi creo yo por sexta vez, y que me dejó perplejo una vez más, a 3400 m.s.n.m.
Y por supuesto, haber estado en medio de ese ombligo mayor del mundo, donde el teatro es sinónimo de fiesta, y donde las autoridades políticas de verdad piden autorización al Inca-performer para seguir administrando sus antiguas tierras. Un lugar en donde los pasacalles interminables de danzantes sin memoria, les permite reencontrarse con ellos mismos para el tiempo que vendrá, mientras pagan al suelo sagrado con el ritmo de sus propios cuerpos.
Vi varias puestas más, claro, estrenos en varios teatros, amigos que me invitaron, pero para acatar mi propia regla estas fueron mis cinco experiencias-límite. ¿Cómo les fue a ustedes?