martes, 15 de enero de 2008

Waqchas y mitimaes

Leí por algún lado que al menos 10% de la población peruana vive en el exterior. Me pregunto si el porcentaje también se aplica a los hombres y mujeres de teatro que decidieron temporal o permanentemente hacer del extranjero su lugar de trabajo creativo. El primer escollo, evidente, con el que me topé es que no sé exactamente cuántos teatristas somos en total, y el segundo, fue por supuesto que mi bagaje informativo debe de ser bastante reducido. Así es que opto solo por mencionar lo poco que sé de aquellos de nosotros que se han afincado lejos del suelo nacional, y han hecho de ese lugar ajeno un espacio para pensar el Perú, escribiendo, actuando, dirigiendo. Probablemente el grupo más grande puede ser el de los autores de teatro, quienes han elegido especialmente la unión americana: desde el caso de Julio Ortega, profesor en Brown University y enormemente reconocido en el mundo académico de los EEUU y toda América Latina, hasta el más reciente, creo yo, que es el de Gonzalo Rodríguez Risco, quien completa un posgrado en la prestigiosa Yale School of Drama. Pero no solo ellos, también vinculados al mundo académco están otros dramaturgos como Rafael Dumett, Profesor en la U. de San Francisco, y José Castro Urioste, en Purdue University. Trabajando para grupos teatrales y artísticos en el mismísimo Nueva York encontramos a Walter Ventosilla, también narrador y artista plástico (pueden visitar aquí su blog).
El capítulo Minnesota de la inmigración teatral peruana ha crecido exponencialmente este último año, cuando llegaron la actriz Ivonne Barriga para completar un PhD en Teatro, y el mascarero y titiritero Gustavo Boada (aunque él vive hace varios años en este país) y quien dicho sea de paso fue entrevistado hace unos años por la canónica revista The Drama Review, si quieren echarle una vista aquí está el enlace.
Otros compañeros han explorado Europa. Hacia Italia partió el director Carlos Riboty, también profesor universitario en Palermo; en Francia está el mascarero y director arequipeño Juan Carlos Quiroz, y el también peruano aunque radicado muchos años en París, Antonio Díaz Florián, cuyo proyecto de teatro La Espada de Madera se sitúa en la legendaria Cartoucherie de Vincennes, y se puede conocer a través de su Web.
En Latinoamérica, la verdad, conozco pocos casos de teatristas peruanos recientemente establecidos. Pero entre ellos sé de las experiencias de Iván Iparraguirre, al frente de su grupo Pasmi en Santiago de Chile (visitar blog), y de José Manuel Lázaro, académico y director de teatro en Sao Paulo, Brasil.
Pero si de campeonatos de cruzar el mundo se trata, se me ocurre que el más viajero de todos ha sido el loretano Rafo Díaz, quien si no me falla la información ahora se halla en Camerún (ver su Web y Blog).
¿Conocen más historias? Ojalá podamos compartirlas, mientras, allí van esos enlaces para pensar en la globalización peruana del teatro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no te olvides que de Cuatrotablas saliò una verdadera diàspora al extranjero, desde malco Oliveros que està en Dinamarca, hasta el actor mamani y la actriz Nazario. Basta que se lo preguntes a Mario Delgado. Un maestro que està en Berlìn y es el punto fuerte del teatro peruano es el mascarero Edmundo Torres ligado a Yuyachkani. En Italia me han acompañado por un tiempo en mis montajes el actor ex-TUC Javier Inga que ahora està en Milàn y el actor Nicolàs Leòn (ex Homero, Teatro de Grillos) que vive en Alemania.
Sì, serìa interesante elaborar este mapa del exilio actoral. Por ejemplo, espero realizar una exposiciòn sobre la obra de Edmundo Torres en Sicilia y veo que hay otro mascarero arquipeño en Europa. Te rogarìa que me mandaras sus datos para enterarme de su trabajo. Gracias de nuevo

Anónimo dijo...

Se me olvidaban un par de nombres, uno célebre: la inefable Aurora Colina que vive en Inglaterra y otro casi desconocido: Ana Ponce que vive en Milàn... Ahora, de estos nuevos e ilustres desconocidos personajes del teatro peruano se està infestando el globo, habrìa que ver si son lo que dicen ser. Como sea gente de Mundo de Teatro, pensar que el sueño dorado de los antiguos jòvenes teatristas era irse a actuar en las Europas..
con afecto
Carlos Riboty
Università di Palermo