domingo, 6 de enero de 2008

Dramaturgos del Perú

Cuando los críticos de literatura se ponen a recapitular sobre el quehacer literario nacional, parece que en algún momento llegan a la pregunta grave: ¿y el teatro peruano?
La verdad es que la mayor parte se preguntan despreocupadamente por "el teatro peruano", cuando en verdad se refieren a la "literatura dramática peruana", pero de todas maneras la pregunta parece flotar en el ambiente. Y de alguna manera esa cuestión es doble: es una duda acerca de la presencia de autores individuales peruanos, y a la vez, sin querer (me parece) es una pregunta por la naturaleza del hecho teatral y su relación de independencia respecto a la literatura.
Lo que se hace evidente es que hay falta de información, y muchas veces perplejidad y temor para opinar sobre materia dramática entre la gente de literatura. Consulten, por ejemplo, las clásicas historias de la literatura peruana (Sánchez, Tamayo, Toro) para ver cómo la literatura dramática contemporánea desaparece o merece, cuando más, unas pocas líneas en comparación a la poesía, el ensayo o la narrativa. Pregúntense cuántas cátedras sobre drama peruano hay en las cuatro Escuelas de Literatura en universidades del país (UNMSM, PUCP, UNSA, UNFV).
Esta relación de desconfianza con el tipo de literatura que habita en el teatro no es obviamente solo un fenómeno local, pero lo que sí es muy nuestro es la desvinculación entre lo que canoniza el medio literario y lo que canoniza el medio teatral. Un ilustrativo ejemplo ocurrió hace medio año, cuando un conocido Blog literario hizo una encuesta (aquí tienen el enlace) para sancionar al mejor dramaturgo peruano activo. El resultado fue muy claro: Alfredo Bushby se imponía de largo a Miyashiro, De María, Alegría, y otros nombres todos igualmente familiares en el medio teatral como el ganador. Más interesante aún, muchos nombres simplemente no aparecen , y por último, en un interesante tercer lugar, aparece Vargas Llosa.
Al margen de la discrecionalidad que acompañó esa encuesta -como todas- el Blogger se pregunta la razón de "la preferencia de los votantes por un autor cuya obra, acaso, ha sido más leída sobre el papel que vista sobre las tablas".

¿Comentarios? Montones, me imagino, pero pemítanme solo poner algunas cuestiones sobre la mesa: La literatura dramática peruana goza de extraordinaria salud, y su voz es enormemente interesante, diversa e innovadora, tanto en su versión de autor dramático individual, como en la amplia versión de la dramaturgia de creación colectiva. Pero el impacto de estos autores o productos literarios aparece alejado de la esfera de atención de la crítica literaria, no solo debido a las pocas ediciones, sino, a mi entender, debido a una cuestión estrictamente escénica: los autores peruanos brillan por su ausencia en las grandes marquesinas de la vida teatral peruana. Por supuesto, estos son problemas que atañen a un campo específico y un número de salas con mayor visibilidad, no a todo el teatro peruano.
Pero tal vez al no ser expuestos en los circuitos privilegiados de divulgación, los productos dramáticos peruanos no alcanzan a ser registrados por los historiadores literarios. Por otro lado, al no existir una política de llevar a escena a nuestros autores en las producciones que tienen mayor impacto mediático, no se logra el efecto boomerang de devolvernos una imagen realzada de la literatura dramática nacional. Y me refiero a una verdadera política: no a la ocasional puesta de una obra, para evitar el qué dirán cultural, sino la inversión real de recursos para poner en escena lo mucho que ya se ha escrito, para encargar la escritura de nuevas piezas, para trabajar con autores permanentes, para exigirnos perspectiva nacional que derive en un mutuo perfeccionamiento de lo literario y lo escénico.
¿Será que todavía se pasea el fantasma de la tutela colonial, eso que nos inclina desesperadamente hacia lo extranjero en busca de la aprobación "de la metrópoli"?


***Para quienes no estén familarizados con la dramaturgia peruana, los invito a visitar la Página de los Dramaturgos Peruanos, que edita César De María. Una magnífica carta de presentación.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Carlos.
Felicitaciones por el post. Das en el clavo de muchas de razones por la que la dramaturgia de autor ha sido la "cenicienta" de la literatura.
Mira, no más, los concursos de grandes instituciones: Copé: poesía y narrativa; Universidad Católica: poesía, narrativa y ensayo. No hay confianza (no hay conocimiento) sobre la actividad de los dramaturgos.
Sin embargo, creo que las cosas están cambiando. Ahora hay cada vez más jóvenes que están escribiendo para teatro, y lo están haciendo muy bien.
En un artículo por publicarse próximamente, planteo que buena parte de la razón de esa ignorancia es la falta de un "padre", que presente a la dramaturgia peruana como algo de calidad mundial. Vallejo y Vargas Llosa lo hacen en poesía y narrativa; hasta Mariátegui lo hace en ensayo. Pero en dramaturgia (pese a haber buenos escritores) nadie alcanzó el nivel de "padre". Eso causa ignorancia, menosprecio, desconfianza.
Afortunadamente, como te digo, ya hay toda una generación de jóvenes que se ha "sentado" en esa ignorancia y viene produciendo a rotmo y calidad encomiables.

Anónimo dijo...

Post data al comentario anterior:
Carlos, si te interesa el artículo de que te hablo, hazme saber tu correo electrónico por este medio.

Carlos Vargas Salgado dijo...

Hola!
La cuestión a mi entender es más compleja, pues incluso en literatura el mal nacional (de toda latinoamérica tal vez) es que nuestra comunidad parece necesitar la aprobación del extranjero para reconsiderar a los nacionales. O sea, ni VLL ni Vallejo, sin el espaldarazo de la crítica foránea, habrían llegado a ser canónicos en el Perú. Y en el teatro, me refiero al de grandes titulares, no al independiente que ese sí que mueve lo peruano, se expresa el mismo anatopismo cultural, como lo llamó VA Belaunde.

Sigamos conversando, mi email es varg0056@umn.edu, si me agradaria leer tu trabajo.

saludos
carlos

Anónimo dijo...

Hola, Carlos.
Nuevamente coincido contigo en la mayoría de espectos. La situación es más compleja que la falta de "padre" (ésta es indicador o síntoma), pero, a la vez, causa de muchos "complejos" que perpetúan la ignorancia. Una vez traté de rastrear el origen de esta ignorancia a la ausencia histórica de una clase media ilustrada que demandara y produjera un teatro de autor (clase que tuvieron otros países latinoamericanos). No continué porque podría pasarme rastreando los orígenes a las reformas de Toledo (el Virrey) o a las estructuras andinas de poder o al Big Bang.
No coincido contigo en la noción de "lo peruano". No creo que haya anatopismo, no creo exista o pueda existir el, no creo que sea posible para un peruano no escribir como peruano aunque alguien haga el esfuerzo; aunque ubique sus obras en Myanmar o Los Angeles, su background peruano va a emerger.
Bueno, te mando el artículo en un momento.

Anónimo dijo...

hay unos cuantos fantasmas por ahi llamados "politica educativa", "politica cultural", "politica de comunicaciones", "lugar donde busco mis leyendas", y otros (prestad atencion especial a este ultimo)... pues lo que sucede es que estos fantasmas, ademas de poder surgir del estado, son tambien un estado mental de la nacion que las hace vivir (por eso las llamo, para el peru, fantasmas)... se van haciendo con el tiempo y en el peru han sido exorcisados... como a mi no se me ocurre ir a alimentar mi imaginacion al teatro, cuando crezco y hago politica o cualquier cosa tampoco me preocupo por el, ni lo reclamo como materia de enseñanza para mis hijos, y menos lo necesito como informacion en los medios, y por lo mismo a mis hijos tampoco se les ocurre ir a alimentar su imaginacion al teatro, entonces que puede importar que unos criticos de literatura dejen de lado a la literatura dramatica y a sus autores, cuando el famelico medio teatral peruano no es capaz de generar su propio discurso, sus propias verdaderas glorias (no las que hace la tv), su "leyenda" (que, claro, siempre inventan otros, los que miran de afuera, ver pelicula soy leyenda o leer la novela)... muy buena señor vargas, se precisa hacer un conocimiento, despues de hugo salazar, usted.

al margen: no es de sorprender que los lectores de faveron hayan votado a bushby, que debe ser con toda seguridad un autor de salon o de la elite lectora de su precioso pais